Lane Smith (autor e ilustrador): El jardín del abuelo. España: Océano Travesía, 2012.

El día que vi este álbum en la librería me enamoré de él.

El jardín del abuelo responde a muchas necesidades emocionales. Tanto las ilustraciones como el texto conjugan y se armonizan de la mejor de las formas para traernos una obra de una belleza imposible y acercarnos a diferentes temas como son la vejez, el paso de la vida, la huella que dejamos y el olvido con ternura, delicadeza, naturalidad y un punto gracioso que viene sobre todo de la mano de las ilustraciones.

Lane Smith nos acerca con una alegoría brillante a la historia del abuelo de Daniel y es el propio Daniel quien nos la va mostrando, mientras atraviesa el jardín de su abuelo.

En tonalidades principalmente verdes, más suaves en las figuras secundarias y oscuro en las principales, emulando arbustos densos, y con líneas sencillas para los trazos que definen las formas que plasma, Lane Smith nos cuenta, a través de un bisnieto, la historia personal de un señor, los puntos más importantes de su vida, recorriendo un doble jardín: el que ha trabajado con su poda, riego y demás cuidados sobre la hierba, y el que ha cultivado o le ha tocado vivir a lo largo de su vida: el amor, la familia, la guerra, la infancia…

Esta es la tierna historia de afecto de un niño hacia su bisabuelo, pero también una llamada de respeto y atención por los mayores, una naturalización de los achaques que conlleva la vejez, especialmente en lo relacionado con la memoria, y un mensaje visual y alegórico muy claro de que sembrarás aquéllo que has cosechado. Tú puedes no recordar, pero estás hecho de tus actos y  de tus circunstancias, y por ello te recordarán. Y dentro de ésta otra alegoría, la de la huella que imprimes en los demás representada por el bisnieto recorriendo el jardín de su bisabuelo con una carretilla mientras va recogiendo todos los objetos que se ha ido dejando el abuelo hasta llegar a junto de él.

Finalmente se abre la doble página desplegándola y veremos el jardín completo, hermoso, lleno de vida y de experiencias. Y tras éste, en la página de cierre, la mejor de las imágenes, el cierre perfecto a una obra deliciosa.

¡No te olvides de cuidar tu jardín cada día!