Dentro del bosque
Alejandra Fernández Mingorance (autora e ilustradora). Dentro del bosque. Ana Hidalgo Editora (Pípala), 2017, 40 pp.
AH Pípala nos trae un libro con tapas pero sin lomos (parece que estamos de pinchos). Me ha costado saber cuántas páginas tiene, porque es un continuo de hojas que se van desplegando una después de otra, cual acordeón. Se trata de un formato rompedor que ya hemos visto en otras ocasiones, pero que no es nada habitual. Combinado con otra elección valiente: álbum sin palabras. Sin duda, pinta bien.
Lo voy abriendo poco a poco, resistiendo el ansia de desplegarlo entero (lo haré luego). Un niño sale de su casa y se va adentrando en el bosque. Un bosque que va cambiando de tonalidades y cuyos árboles también se transforman en cada página. Aparecen arbustos llenos de espinas, donde el pobre niño pierde su camiseta, y la oscuridad domina la hoja. Si aún no estábamos nerviosos, viene lo mejor: el protagonista decide meterse por lo que parece un hueco en el árbol. Pero por dios, ¿este niño no ha visto Stranger Things?
Cuando llego a la última página, la magia del formato hace que todavía me quede la mitad de la historia, ¡qué maravilla! Giro el libro sobre sí mismo y continúo “leyendo” por detrás. Las tonalidades me indican que el peligro se ha disipado, pero de repente me encuentro con un niño con cabeza de pájaro: ay madre, me he perdido. Empiezo a hacer conjeturas de qué puede estar pasando y al llegar al final descubro que no tenía ni idea. Como todo buen libro, vuelvo a leerlo y entiendo mucho más, encuentro detalles que se me habían escapado y descubro las pequeñas y rápidas pisadas del pajarillo sobre la nieve. Plumas rojas en cada esquina, ¿cómo no me di cuenta de que el niño no estaba solo en su carrera por el bosque?
Una historia ágil, divertida y original. Engancha al lector desde el principio gracias al formato y a la historia que cuentan las ilustraciones. Interesante uso de la paleta de colores para transmitir emociones y generar la atmósfera que corresponde a cada momento. ¡Enhorabuena por la apuesta arriesgada, AH Pípala y Alejandra Fernández! Habéis salido victoriosos.