A todos los monstruos les da miedo la oscuridad

A todos los monstruos les da miedo la oscuridad

Michaël Escoffier (texto) y Kris Di Giacomo (ilustrador): A todos los monstruos les da miedo la oscuridad. España: Kókinos, 2013

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Los monstruos ya no son esos seres terroríficos envueltos en extraños ruidos cuya diversión favorita es asustar a los niños con sus murmullos, lamentos, gritos o arrastrar de cadenas. O tal vez nunca haya sido así y será que ¡a todos los monstruos les da miedo la oscuridad! y es por eso que asustados gimen, lloran, emiten ruidos, no saben dónde esconderse y necesitan que alguien les cuente un cuento.

Ya Maurice Sendak en su Donde viven los mosntruos retrataba una imagen poco usual, incluso polémica en aquellos años 60, de los monstruos. Esta vez Michael Escoffier y Kris di Giacomo crean unos monstruos miedosos, asustados de su propia sombra que vuelven a desmitificar todo lo que tradicionalmente hemos asociado a esos seres fantásticos que han rondado las noches y los sueños de muchas generaciones, y que aún hoy son visiones habituales asociadas a determinadas fases de la infancia. Esos monstruos tienen emociones y pensamientos muy cercanos a las propias emociones y pensamientos de los niños, siendo un divertido retrato en el que los más pequeños pueden identificar sus propias conductas. Michael Escoffier nos sitúa, por tanto, en el otro lado del espejo creando un relato que, si bien puede parecer pretencioso afirmar que puede ser una adecuada herramienta para vencer los miedos infantiles, especialmente aquellos que vienen de la mano de la oscuridad y el momento de acostarse, sí que será un instrumento muy útil a la hora de identificar y trabajar emociones. Si importante es el texto en este menester, las imágenes de Kris di Giacomo no lo son menos, creando unos monstruos muy divertidos que se ocultan, corren despavoridos y finalmente se divierten en unas páginas que desdramatizan la noche.

Desde el punto de vista formal, el texto, en blanco sobre fondos negros y grises, resulta muy atractivo con la incorporación de unos juegos tipográficos que otorgan el dinamismo visual que el propio relato contiene. Por otra parte, el libro está ilustrado en unas páginas en las que el negro, el gris y el blanco son los colores predominantes, con algún toque de marrón y composiciones con recortes de periódico. No obstante esa restringida paleta de color resulta de lo más expresiva dando a la obra un rico movimiento. Además, el sentido del humor plasmado en esas imágenes facilita la rápida conexión con el público infantil, hecho que se facilita también con unos diseños a base de manchas que recuerda mucho a esos primeros dibujos de los niños.

A todos los monstruos les da miedo la oscuridad es el contrapunto a los tradicionales cuentos de hadas o a las leyendas plagadas de ogros o seres monstruosos, una divertida opción a tener en cuenta.