¡Esto es un grillo!
Marta Pérez Solero: ¡Esto es un grillo! Madrid: Narval, 2014. 28 pp.
Nos conmueve la ternura de las historias de hermanos, y recientemente no nos pudimos resistir a reseñar Yo también, Mi primer coche era rojo, e incluso querríamos haber retrocedido en el tiempo para mostraros como novedad esa joya que es El túnel de Anthony Browne, o algún otro clásico similar. Pero no es poco consuelo haber topado con ¡Esto es un grillo!, una historia que maneja la rivalidad y la admiración de los hermanos con maestría y con una comicidad encantadora. Una niña alecciona a su intrépido hermanito acerca de qué es y qué no es un grillo. El entusiasmo del pequeño le lleva a explorar el mundo a su alrededor y a cometer error tras error en la identificación de estos animales. El error es divertido y creativo, ya saben. Les acompañamos en esta exploración, como aquellos viajeros que buscaban al unicornio sin tener más noticia de ellos que una vaga imaginación, o como los navegantes que partían en busca de El Dorado sin apenas saber de él más que el nombre. Con toda la ilusión de la ignorancia, con fe ciega, y con el propósito firme de que el camino sea más trascendente que llegar a la meta. Es decir, como niños.
La estructura de reiterativa de las escenas se adecua a prelectores. En cada repetición se van sumando los animales que han ido apareciendo anteriormente, como en aquellas canciones acumulativas de la niñez (¿quién no conoce «A mi burro, a mi burro…»?), que universalmente ha conservado el folclore. Ah, qué lujo encontrar que un elemento popular sirve para estructurar una obra de autor. De autora.
Pero… ¿quién es Marta Pérez Solero? Creemos que es su primer libro y nos han fascinado sus ilustraciones, pero no sabemos nada de ella, salvo que ha saltado de la publicidad a la literatura infantil. Ha dibujado un primer plano de personajes en color y un fondo esbozado a lápiz. Las siluetas regordetas de los niños y la expresividad de sus gestos (imposible no troncharse cuando se sacan de quicio) han atrapado a más de un lector infantil y adulto. Y el detalle en la representación de los animales hace que el libro bien pueda servir como un sucinto animalario. Autora, escribe y dinos quién eres. Y gracias por tu libro.