La orquesta
Chloé Perarnau. La orquesta. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 32 pp.
¡Crear vínculos positivos con los libros! Es la mejor manera de acercar los niños a la literatura. Que guarden bellos recuerdos de momentos divertidos, que tengan ganas de tener uno entre manos para pasar un buen rato.
Ver disfrutar a un niño, ensimismado, absorbido por las páginas de un libro es una imagen realmente bonita. Indicio de que sin duda ha cuajado la propuesta que realiza el autor. Escena que podemos contemplar cuando los niños recogen el guante ante retos como el que propone esta ilustradora. ¿Dónde están los músicos de la orquesta? ¿Los habéis visto por aquí? ¿No? Busca y encuentra alrededor del mundo.
Libros que proponen retos. La búsqueda de algo concreto en la ilustración. Son obras que entusiasman y, además, favorecen el aprendizaje de la lectura de imágenes. El lector se ve obligado a escrutar las páginas. De manera global, analizando si en una visión de conjunto hay algo que no encaja, algo fuera de lugar. Al detalle, observando las pequeñas partes que componen el todo. Las pequeñas acciones que configuran el día. Así, jugando, nos acostumbramos a analizar aquello que nos muestran, algo vital en esta nueva era de la imagen.
Chloé Perarnau nos invita a descubrir el mundo. Viajar por distintos escenarios con la misión de encontrar y traer de vuelta a los músicos de la orquesta. Y es que se han ido de vacaciones. ¡Todos! ¡Y tienen compromisos inminentes!
La colorista ilustración, llena de detalles, muestra diversos entornos. Lugares de características urbanas, y paisajísticas, distintas. Los músicos se han dispersado a lo largo y ancho del planeta. ¡11 escenarios! Europa, África, América, Asia. Una bonita oportunidad para adentrarnos en la geografía. Y, ¡cómo no!, aprender instrumentos de orquesta.
Son varios los detalles que nos tocan el corazoncito. Las postales. Desde cada escenario nos envían una. Y, ¿a quién no le gusta el detalle de recibir unas breves líneas desde los confines del mundo?
Destaca, también, el tamaño de los personajes frente al de los objetos y edificaciones. Parece darse relevancia a lo humano, al humanismo, sobredimensionando y trayendo a primer plano las personas. En este mismo sentido, vemos que los músicos, o al menos la mayoría, aquellos que al principio de la historia podían parecer unos tarambanas, escapando de vacaciones a una semana del concierto, emplean su tiempo ayudando a los demás. Nuevamente, se destaca el lado humano y resalta la importancia de la música en la comunidad.
Así, estamos ante un álbum divertido. Un álbum para jugar y aprender, pero sobre todo uno que pinta lo humano en primer plano.