Gucho y César en la isla de las zanahorias

Krystina Boglar y Bohdan Butenko. Gucho y César en la isla de las zanahorias. La Rioja:  Fulgencio Pimentel, 2018, 58 pp.

Gucho y César en la isla de las zanahorias es una historia sobre la amistad, la cooperación y la ayuda mutua. Se trata de un comic infantil que fue publicado por primera vez en Polonia en el año 1968, y es considerado ya todo un clásico de la literatura infantil polaca.  Su autores, Krystina Boglar y Bohdan Butenko, son autores ampliamente reconocidos en Polonia, y han sido galardonados en diversas ocasiones por su tarea literaria y de ilustración. Gracias a la editorial Fulgencio Pimentel, la serie de cómic infantil más célebre de Polonia llega por primera vez a España desde la fecha de su publicación, hace ya más de cincuenta años.

 Gucho y César son amigos inseparables. Van juntos cada día a la escuela y les encanta jugar y divertirse. Gucho es un hipopótamo un tanto despistado que sólo piensa en comer y en domir. Su amigo Cesar, más vivaracho, es un perro con grandes dosis de imaginación y audacia. A Gucho y a César les encanta viajar y vivir aventuras inesperadas. En este primer volumen de la colección, Gucho duerme plácidamente en la playa después del colegio cuando es abordado  por un grupo de corsarios que acaban de desembarcar en la costa. Éstos, al verlo durmiendo a pierna suelta en la playa, deciden apresarlo con un objetivo muy poco amigable:  llevarlo hasta su barco, cocinarlo y hacer con él un suculento asado con el que alimentar a la hambrienta tripulación.

 César, al ver a su amigo Gucho en tan difícil situación, acude en su ayuda sin pensárselo dos veces. Solo ante el peligro, César tendrá que ser valiente y usar su audacia para urdir un plan que le permita liberar a Gucho de la olla de los piratas, y regresar juntos a casa.  A lo largo de esta aventura, los dos amigos viajarán por mar y por tierra, atravesarán islas y montañas, y se enfrentarán a grandes peligros y desafíos que deberán superar. En el camino, conocerán a personajes muy sorprendentes como la ballena Arcadio, con su dolor de muelas, y la elefanta Balbina, que disfruta de lo lindo haciendo punto. Algunos de estos animales tratarán de ayudarles, mientras que otros se convertirán en un verdadero peligro para los protagonistas, que deberán decidir cómo actuar en cada nueva situación. 

Gucho y César en la isla de las zanahorias es un cómic muy sencillo de leer, con un texto muy ligero, ideal para que los niños lo puedan leer y disfrutar de forma autónoma incluso cuando su capacidad lectora sea todavía muy básica. Sus diálogos se componen de frases cortas y sencillas, por lo que  pueden leerlo solos sin gran dificultad. Desde las primeras etapas de lectura, son capaces de entender la historia y avanzan con soltura a lo largo del libro, lo que resulta altamente motivador para ellos.

Las ilustraciones, en blanco y negro, tienen un trazo simplista y redondeado que recuerda a la forma de dibujar propia de los niños. El autor prescinde de cualquier tipo de sombreado, volúmenes o perspectiva. Son dibujos planos e intuitivos, que nacen de una visión pictórica profundamente conectada con el mundo infantil.

Sorprende también la forma en la que aparecen representados los diálogos dentro de las viñetas, sin hacer uso de los bocadillos de diálogo propios del cómic, sino que el texto es escrito directamente sobre las imágenes. Las palabras y las frases permanecen libres dentro de las viñetas, y se disponen formando líneas rectas, curvas o incluso circulares, como un elemento pictórico más.

Es interesante mencionar además que, a lo largo del libro, se abordan conceptos matemáticos como la multiplicación y la suma. La historia plantea al lector diferentes situaciones y escenarios en los que se deben usar estas operaciones matemáticas para alcanzar una solución: averiguar cuánto deben esperar en un sitio, a donde ir después o cuántas piezas de fruta hay en las palmeras de la isla. Con cada uno de estas preguntas, los personajes invitan al lector a participar, creando juegos de desafío matemático en el marco de la historia.

En conclusión, Gucho y César en la isla de las zanahorias es una oda a la amistad, y a los momentos compartidos con aquellos a los que queremos. Un  libro para fomentar el gusto hacia la lectura autónoma por parte de los pequeños lectores, incluso cuando todavía estén empezando a leer. Un cómic divertido, desenfadado e imaginativo hasta ahora desconocido en España y que sin duda hará las delicias de los más pequeños, motivándoles en la lectura y haciéndoles partícipes de las alocadas aventuras de los dos protagonistas.

 

Tenemos un tesoro, dos grandes sentimientos,

y ni el fuego, ni el agua ni ningún elemento 

es capaz de romper todo esto en fragmentos: 

la amistad y el amor son el mejor invento.