La gallinita Kika y el elefante sorpresa

La gallinita Kika y el elefante sorpresa

David Erza Stein. La gallinita Kika y el elefante sorpresa. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, pp.

Sucede con las pequeñas gallinitas que, en una etapa de su desarrollo, no conciben la pertenencia de un elemento a dos grupos distintos. Así, un gallo será padre o será maestro, pero no las dos al mismo tiempo. Esto, suele implicar que el gallo padre sabe de familias y el gallo maestro de los temas que tratan en la escuela avícola. A cada uno se le otorga la autoridad en el campo al que pertenece.

Sucede también que las gallinas pequeñas son muy testarudas y cabezotas. La ciencia no ha podido establecer aun una razón para ello. No se sabe si es por la cresta roja o por haber nacido de un huevo, pero cuando algo se le mete en la cabeza a una gallinita,… ¡Pufff! No hay manera de sacarlo de ahí.

La gallinita Kika vive convencida de que en cada cuento existe un elefante sorpresa. ¡Es más, si no hay elefante parece no haber cuento! Así lo ha escuchado de boca de su maestra y así ha de ser. De poco servirán las palabras de su padre, advirtiendo de un posible malentendido entre elemento y elefante. Kika no dará su brazo a torcer. Además, convencida, pedirá a Papa-gallo que la ayude a encontrar tres de esos elefantes en otros tantos cuentos.

David Erza ofrece tres niveles de narración a través de tres estilos distintos de ilustración. Tres realidades en un mismo instante. O tres instantes en una misma realidad. Conviviendo con el texto y el blanco de la página, presenta, mediante una ilustración cálida y colorida, una visión global de la historia. Vemos a Kika y a su padre. El cariño y la ternura con la que el adulto trata a la pequeña. Nos llegan, a través de estas imágenes, el amor que siente hacia su retoño, la paciencia con la que la trata, los momentos en los que la acompaña para que experimente, yerre, acierte o crezca. Todo ello, a partir de ese malentendido entre elefante y elemento.

La historia va avanzando y alcanza, con un nuevo estilo ilustrativo, la visión clara y ordenada del padre. Una mirada que muestra los cuentos que lee a Kika, en su intento por hacer ver a la pequeña que no hay elefantes sino elementos sorpresa. Pero, la imaginación y el apasionamiento de la pequeña gallinita inundan y transforman la visión adulta. Los elefantes sorpresa invaden los cuentos, el mirar y el mundo del adulto. Como, sabiamente, refleja el autor en un tercer tipo de ilustración.

Es esta una historia tierna y divertida. Unas páginas que acercan, con cariño y humor, cotidianas escenas familiares. Una obra en torno a las disparatadas ideas de la encantadora gallinita, que inevitablemente nos recuerda a nuestros hijos y alumnos. Porque estos, como Kika, nos ganan con su cariño y ocurrencias. Menos mal que nuestros pequeños son más flexibles y comprensivos y, por supuesto, menos cabezotas y testarudos. ¿O, no?