Loba

Loba

Fanny Ducassé: Loba, trad. de Teresa Duran. Salamanca: Los Cuatro Azules, 2015, 32 pp.

Una loba pelirroja vive en lo más profundo del bosque, en una cabaña de troncos. Cuida de un montón de zorros pequeños, a los que les prepara un buen chocolate caliente y les arropa antes de dormir. No vamos a decir que hasta aquí todo normal, porque el desconcierto está servido. Pero mayor será la desorientación cuando les diga que en las ilustraciones no hay loba alguna, sino más bien Loba: una mujer con el pelo rojo con el fuego.

No contentos, avanzamos con la historia. Entra en juego un hombre lobo, trajeado y que vive solo en otra cabaña cercana. Es tímido y precavido, pero sus defensas quedan totalmente derrocadas por la energía de Loba, mientras que él, a su vez, aplaca las tormentas de la mujer. Se suman al romance los jóvenes zorrillos del inicio y acabamos con una gran familia que hace concursos de tortitas y comparten intimidad en las copas de los árboles.

Y, hasta aquí, lo que puedo contarles, porque esta obra presenta al lector con una atmósfera de ambigüedad; se mantiene en el aire la sensación de que están pasando muchas más cosas de las que se ven en una primera lectura. Los colores, las texturas, los animalillos que no son nombrados por las palabras pero que se repiten en cada página, como un susurro de la conciencia.

Ilustraciones rasgadas, con entramados de líneas que construyen el tacto. Colores insaturados en su mayoría, pero también con cierto toque de oscuridad en las escenas del bosque. Una propuesta interesante de mano de Fanny Ducassé que nos invita a detenernos, contemplar y pensar.