A las estrellas pido un deseo

Karl Newson (Texto) Chiaki Okada (Ilustración). A las estrellas pido un deseo. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 32 pp.

La belleza tiene la facultad de disipar los temores. Miedos y preocupaciones tienden a visitarnos al caer el día, cuando el silencio deja de ofrecer distracciones y la falta de luz, difuminando los senderos, evita evasiones. Son estos los momentos que aprovechan para instalarse en nuestro ser. Pero cuando la belleza de las imágenes, las ideas o los recuerdos nos hace sentir plenos, la felicidad y el placer no dejan espacio, en mente o cuerpo, para ningún temor.

La ternura es también ayuda inestimable en los malos momentos. El cariño y el amor, de los que brota, pueden llegar a fundir, con su calor, cualquier temor o preocupación. Dejándonos, además, una grata sensación de calidez.

Y al pequeño osito, su amorosa madre, lo conduce hasta la cama. Son momentos bellos, instantes tiernos. Rutinas que ahuyentan cualquier extraño pensamiento.

Chiaki Okada ya nos robó el corazón, a punta de lápiz, con la bella y tierna historia de Botoncito. La delicadeza de las imágenes viste las obras de un tono familiar. Así, en estas láminas, creemos reconocer los gestos, identificar sentimientos y descifrar anhelos de los personajes. Son imágenes, en un estilo de ilustración cálido y envolvente, que arropan al lector.

El tierno ritual, previo al dormir, es pedir a las estrellas un deseo. El texto de Karl Newson va configurando con sus palabras bellos escenarios. Lugares fantásticos donde los pequeños lectores pueden dejar volar su imaginación. Volar como pájaros bajo la luna. Nadar entre peces y coral. Ser pequeño como un insecto, pasear en caracol y, al instante, tocar con los dedos las nubes al volverse gigante.

Son deseos, los del osito, que nos llevan por tierra, mar y aire. Deseos que tratan del ser y no del tener. De ser parte del todo. De sentirse libre como los pájaros, ágil como los peces y fuerte como hormigas. De pertenecer a un maravilloso mundo.

A las estrellas pido un deseo, es una bonita nana. Un álbum con tiernas ilustraciones donde el texto evoca bellas imágenes. Un tierno ritual para acompañar a los niños a la cama. Una bonita manera de decir a los peques: hasta mañana.