Milja Praagman. Porque te quiero mucho. A Coruña: Hércules de Ediciones, 2018.

La Editorial Hércules de Ediciones nos trae un nuevo título de Milja Praagman, la autora de El cordero que es un cerdito, una publicación de esta misma editorial de la ya que os hablamos anteriormente en Literatil.

Porque te quiero mucho, la obra de la que os vamos a hablar hoy, es un relato conmovedor acerca de la relación entre una abuela y su nieta. Ibi, la protagonista de esta historia, sale a pasear por la ciudad con su abuela.  Como cada día, su abuela le pone el abrigo, coge su mano y salen juntas a disfrutar de un delicioso paseo. Ibi y su abuela viajan en Metro, contemplan los escaparates de las tiendas, visitan un museo, y pasean por el parque. En cada rincón, se cruzan con infinidad de personas, todas diferentes entre sí,  que también han salido a pasear por la ciudad como ellas. Para la pequeña Ibi, la ciudad es un inmenso bosque de gente que resulta fascinante. ¡Hay tantas cosas que ver y que hacer en la gran ciudad! Ya en casa, al caer la tarde, llega el momento de reflexionar acerca de lo vivido. ¿Qué habrá sido lo más valioso del paseo para cada una de ellas?

Este álbum ilustrado es, ante todo, un homenaje a los abuelos. A su dedicación y a su cariño incondicional. A su compañía, a su serenidad y a su capacidad para crear grandes momentos cotidianos que serán recordados con nostalgia por sus nietos muchos años después.

Desde la primera página, la narración nos sitúa en el punto de vista de Ibi, la joven protagonista que va descubriendo la ciudad de la mano de su abuela. Cogida de su mano, la pequeña Ibi se siente segura y protegida. La ciudad aparece ante sus ojos como un lugar cálido y acogedor, lleno de oportunidades para disfrutar juntas.

A medida que recorren la ciudad, se hace cada vez más visible el vínculo entre las dos, su complicidad y su cariño. En esta atmósfera, la ciudad deja de ser un sitio ruidoso y agitado para convertirse en un espacio mucho más acogedor. Ibi y su abuela no tienen prisa. No necesitan llegar a ningún sitio, ni se guían por un horario. Sólo han salido a pasear y a disfrutar de aquello que aparezca en su camino. La abuela le regala a Ibi su tiempo, y así la pequeña puede pararse a contemplar y disfrutar cada rincón, a observar con serenidad, sin prisa. Así son los abuelos: capaces de dar a cada cosa, por pequeña que ésta pueda parecer, la importancia que merece.

Las ilustraciones, expresivas y muy coloridas, impregnan la historia con su frescor e ingenuidad. El trabajo de ilustración representa la propia óptica de los niños, que contemplan el mundo con entusiasmo. La ciudad se engalana con colores vivos, frescos y radiantes. Cada rincón tiene su propia luminosidad, y bajo ella todo resulta espléndido y placentero.

 Otro aspecto a destacar de la ilustración es la combinación de diferentes técnicas, recursos y efectos. En varias de las páginas, la ilustración vitalista y colorida que define la obra y de la que hablábamos anteriormente, se mezcla con una ilustración más sobria y esquemática, realizada únicamente con tinta, y en la que el color está ausente o es monocromático.

Con respecto al texto, se compone mayoritariamente de frases cortas, muy sencillas de leer y escritas en minúscula ( no obstante, y como se observa en las fotos,  algunas frases están escritas en mayúsculas y rotuladas en rosa, para darles una mayor importancia) . Las páginas tienen poco texto y la carga visual de la obra predomina sobre el texto. Es un libro sencillo que los niños pueden leer por si mismos a partir de los cinco o seis años aproximadamente. Antes de esta edad, probablemente lo disfrutarán más acompañados por un adulto (¡y si puede ser acompañado por sus abuelos/as, mejor que mejor!). 

Sin duda, el punto fuerte de este libro es su sensibilidad y delicadeza a la hora de retratar a los abuelos, y la relación que éstos establecen con sus nietos. Los niños encontrarán en este libro un relato emotivo y conmovedor, para reflexionar sobre sus abuelos y valorarlos como las figuras de apego y referentes que son. Para terminar, también nos parece destacable la visión que este libro ofrece de la ciudad, como un entorno estimulante y bello en el que merece la pena perderse para disfrutar en familia.

Ibi y su abuela van juntas a la ciudad.

Ibi ve el mundo entero.

Y la abuela…solo ve a Ibi.