Gabriel Gay: Mensaje importante. Barcelona: Ekaré, 2018, 36 pp.

La historia inicia con un perro que se ha lanzado a la carrera para tratar de alcanzar la ambulancia en la que va su dueño, un niño; lamentablemente no logra llegar a tiempo y se debe quedar esperando tras las rejas del recinto del hospital. El animal ladra desesperado, tratando de comunicarse con el pequeño, y llama la atención de un gato que trataba de echarse la siesta tranquilamente a la sombra de un árbol. Así comienza una peripecia de mensajes, al más puro estilo del mítico juego del teléfono escacharrado, donde la comunicación es de todo menos efectiva.

Lo que comienza con un “¡Guau! ¡Ven a jugar conmigo!” acaba convirtiéndose en un clarísimo y evidente “¡Guau! ¡Ven miau a cui cui tacatac zzzip!”. A buen entendedor, pocas palabras bastan. El caso es que a lo largo de las páginas van apareciendo una serie de amables personajes que se ofrecen a ayudar y van actuando como emisarios y receptores, pasándose el mensaje de unos a otros como en una carrera de relevos lingüística. Un gato, un ratón, una hormiga… hasta unos simpáticos anticuerpos se unen a la gran hazaña de transmitirle el mensaje al niño, llenando las hojas de onomatopeyas para todos los gustos.

Las ilustraciones están llenas de color, con tonalidades muy saturadas y una ilustración de contornos bien definidos. El autor hace uso de algunos recursos más propios del cómic, como las onomatopeyas grandes y coloridas y las líneas de movimiento para explicar el recorrido de algunos personajes a lo largo de la página. El texto, que va repitiendo la estructura básica de un personaje que pasa el mensaje a otro cuando ve que no logra avanzar más, puede facilitar que el lector se lance a imaginar el siguiente paso.

Un libro que juega con el humor y que despierta las ganas de sentarse en círculo para reírse un rato con el teléfono escacharrado. ¡Qué recuerdos!