Chicas malas

Assia Petricelli y Sergio Riccardi: Chicas malas. Madrid: Liana, 2019. 96 pp.

Celebrar el 8 de marzo con la reseña de un libro sobre mujeres no parece muy original. Tal vez incluso alguna/o de ustedes se sienta saturado por el asunto y los debates circundantes, pues en los últimos meses han sido legión los libros feministas que se han lanzado al mercado. Pero a nosotros nos ha interesado particularmente este, y nos parece que reseñar hoy un libro sobre mujeres puede ser la excusa perfecta para no tener que abrir otro debate sobre feminismo.

Chicas malas es una recopilación de 15 biografías de mujeres «valientes y creativas» (según se expone en la cubierta), narradas en formato cómic. Ideal para una aproximación ligera para adolescentes, pensamos.

Relatar una vida en 4 planchas es complicado, y creemos que se resuelve bien la cosa, pues aunque lo más común es que las viñetas tengan al menos una cartela con la voz del narrador, hay un esfuerzo logrado por representar escenas y diálogos de forma directa, lo que aviva la lectura. También nos parece que las ilustraciones son de buena factura; su estilo es expresivo, suficientemente realista para cubrir un género biográfico, e inteligente en lo que se refiere a la disposición de encuadres y juegos de coloración. Es decir, que pese a las limitaciones de espacio, cada historia atrapa y se disfruta, créannos.

El mayor aliciente de este libro es que hay mucho que aprender. La media de conocimiento sobre las 15 biografiadas, en una pequeña cata en nuestro entorno, era de 1: Marie Curie. El resto de mujeres (Olympe de Gouges, Nellie Bly, Elvira Notari, Nawal El Saadawi, Domitila Barrios, Miriam Makeba, etc.) son desconocidas por la mayoría. Está claro que la historia se está reescribiendo en estos días, y hacen falta hagiografías laicas del feminismo para insuflar el aliento de la mitad de la humanidad en el relato común; lo que muchas en inglés llaman «Herstory» en oposición a la «History», con un juego de palabras intraducible. Bueno, pues esto es lo que nos trae este libro.

Las 15 biografías pertenecen a ámbitos diferentes. Hay mujeres dedicadas a la política, otras a la milicia, otras a la ciencia, o al periodismo, el deporte o el activismo, o sencillamente se erigen como un icono por alguna decisión personal valiente en algún momento de su vida. Se muestran en el libro como modelos de mujeres que alcanzan el halago de la fama, rozadas por la Historia con mayúsculas, constituidas como hitos necesarios por haber logrado la consideración que las mujeres tienen hoy en día en muchos países. Queremos recordar algunas citas textuales:

Si las mujeres pueden subir al patíbulo, entonces tienen que poder subir también hasta los más altos cargos del estado (p. 9)

No se puede ser creativo si se tiene miedo. Sed valientes. Expresad vuestras objeciones a todos. A Dios, a vuestro padre, al director. No os portéis bien (p. 28)

(Tal vez la autora se pasa de acelere en un momento antimasculino, al final de la página 85, pero no es justa ahora esa queja.)

Se encontrarán datos interesantísimos, como el origen del Día de la Mujer, la primera mujer que dio la vuelta al mundo, la abundante participación femenina en resistencias militares en el siglo XX, una de las primeras declaraciones de los derechos de la mujer, o el caso de una actriz famosísima que resulta que también era inventora.

Chicas malas. El título nos ha hecho recordar aquellas palabras leídas en un libro sobre Educación Infantil, sobre los «buenos alumnos»: «incapaces […] de centrarse en sus propios deseos y realizar con gusto una actividad solos, […] apasionados, no por la exploración y el descubrimiento, sino por la posibilidad de […] aumentar su capital de simpatía de la maestra» (C. Álvarez: Las leyes naturales del niño, pp. 386-387). Las chicas «malas», en cambio, son las mujeres rebeldes, determinadas, insumisas, críticas; palabras que se suceden en el libro que reseñamos. Así, aunque al principio nos pareció un título forzadamente epatante, nos ha acabado gustando.

Hace dos días ha salido a las librerías este cómic que presentamos. La editorial es nueva: Liana, y hablaremos más de ella, sin duda. No dan puntada sin hilo, y no se les escapará a los lectores que los colores de la cubierta-lomo-contracubierta son los de la bandera republicana. ¡A ver!