Vacaciones

Blexbolex: Vacaciones. Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2018. 120 pp.

¡Estamos de vacaciones! Hemos esperado hasta un buen periodo de descanso como este para reseñar el nuevo libro de Blexbolex, pues ¿no se saborea mejor un libro sobre comida antes de darse un buen festín? ¿O un libro sobre el cielo nocturno antes de ir a ver constelaciones? Pues claro.

La felicidad que muchos chavales están sintiendo en estos días de descanso es la que siente la niña protagonista al principio de este relato. El tiempo es largo y ancho y fecundo para explorar por el campo, sin relojes que le griten que a las 9 hay mates o a las 10 English y que hay que darse prisa… Pero la felicidad no le dura mucho, porque cerca de las 4 llega un invitado para quedarse en la casa en la que vive con su abuelo. Un invitado que es como un elefante en una cacharrería entrando en las vacaciones de nuestra niña. Pero ella sabrá defender su terreno… ¿o no? ¿Podrán la protagonista y el invitado llevarse bien? ¿Sabrá el abuelo conciliar ánimos tan adversos?

Blexbolex tiene un estilo visual tan propio que abrir por una página cualquiera es adentrarse en un escenario que huele a otro tiempo, pero que es a la vez muy moderno. Su textura de puntos es única, y su capacidad de narrar tantas cosas simultáneas o sucesivas en la viñetas de cada página, sin ni una palabra… es de un virtuosismo que nos pasma.

Es verdad que no a todos los lectores les entrará el estilo de Blexbolex por los ojos; los habrá que piensen que durante la impresión se han movido los puntos de color… Blexbolex es como el chocolate con pimienta: primero desconcierta, luego extraña, después gusta y finalmente parece asombroso. A lo mejor algunos necesitan una segunda lectura del libro, o dejar pasar un tiempo y volver al él más tarde para darse cuenta de que no estamos ante una rayada del autor, sino ante una obra calibrada como el mecanismo de un telescopio, pensadísima en cada detalle y capaz de crear una atmósfera única. No sé cómo lo logra, pero en cada secuencia nos parecía oír una música, como si estos escenarios blexbolexianos, tan profundos y densos, tuvieran también su capa de banda sonora.

Pasan muchas cosas en este verano de Vacaciones. El argumento siempre sorprende y genera escenas increíblemente estéticas. Para que vean ustedes a qué nos referimos con todo esto (que siempre es más fácil verlo por uno mismo que que se lo cuenten con las palabras paupérrimas de nuestra reseña), comparen el juego de la pelota y el elefante con el juego de la bola de luz, unas páginas más adelante. Misma direccionalidad del recorrido de la mirada, similar suceso, profundísima asociación.

 

 

 

 

 

 

 

Nosotros ya conocíamos a Blexbolex por Romance, en la misma editorial. Es, creemos, uno de los autores infantiles capaz de hacer propuestas más personales del panorama actual, y sin duda ya está en las páginas de la historia de la literatura infantil.

Disfruten de sus Vacaciones. Y de las suyas.