La semana pasada nos enterábamos del fallecimiento de Barbara Fiore, fundadora de Barbara Fiore Editora, un referente en el género del libro-álbum.

La editorial Barbara Fiore Editora nació en 2004 como una empresa completamente familiar: Barbara y su marido, Francisco, «rodeados de ordenadores, libros, niños, juguetes y pañales», emprendieron una fantástica labor editorial que dio como resultado un catálogo con títulos y autores imprescindibles envueltos en un formato que hacía más que evidente su deseo de publicar productos de calidad.

[…] cada libro es para nosotros un objeto de arte; cuidamos con esmero cada edición: el papel, la encuadernación, la tipografía, las tintas y el formato. No hay dos libros iguales.

Barbara defendía que el libro-álbum era un formato adecuado para cualquier edad y en los últimos tiempos había apostado por títulos que fueran especialmente atractivos para lectores adultos, no tanto para niños. Ante el aumento de sellos especializados en este género y de editoriales con trayectoria definida que también se lanzaban a abrir líneas en este formato, se preguntaba si habría demanda suficiente para todos.

Para todos no sé, lo que está claro es que Barbara Fiore sí se ha ganado su sitio en el sector editorial con un fantástico catálogo que abarca álbum, cómic y novela gráfica, entre los que destacan clásicos modernos (El árbol rojo, Emigrantes, El pato y la muerte, El pez que sonreía, La ola, Flora y el flamenco, Un millón de mariposas…) firmados por autores de la talla de Shaun Tan, Wolf Erlbruch o Jimmy Liao.

No cabe duda de que, como editora, Barbara tenía un olfato exquisito y sus libros dejan patente el amor y el respeto hacia su profesión. Ese es su legado.