He visto un pájaro carpintero
Michał Skibiński (texto), Ala Bankroft (ilustraciones), Ewa Katarzyna Mołoniewicz y Abel Murcia (traducción): He visto un pájaro carpintero. Logroño: Fulgencio Pimentel, 2020, 132 páginas.
MichaÅ‚ es un niño de ocho años y tiene la tarea asignada de escribir una frase cada dÃa, un sencillo ejercicio para practicar su caligrafÃa durante el verano. Nadie podrÃa haber imaginado entonces que esos deberes se iban a convertir en un telegráfico relato en primera persona de la Segunda Guerra Mundial. La contundencia de una simple oración sujeto-verbo-predicado condensa, dÃa tras dÃa, uno de los episodios más terribles y reprochables de la humanidad, con la inocencia y la naturalidad que solo la visión de un niño puede aportar.
Un plácido verano se puede convertir en un auténtico escenario de miedo, incertidumbre y odio de la noche a la mañana. La vida cotidiana transcurre con esforzada normalidad, y asà lo plasma el pequeño Michał, que, mientras en el cielo sobrevuelan los aviones y llueven las granadas, escribe obediente sencillas construcciones sintácticas sin saber que de su puño y letra estaba naciendo la crónica de un momento histórico.
«Este libro nos habla de los plácidos dÃas previos a la catástrofe. Quizá nos habla también de la necesidad de valorar lo que tenemos y de los insalvables peligros que acechan en el odio colectivo»
En esta magnÃfica edición de Fulgencio Pimentel, se incluyen fotos del cuaderno real que el autor, de 89 años, aún conserva. Las ilustraciones que acompañan este diario pintadas con un trazo grueso y colores sólidos, son imágenes oscuras y atronadoras que, en algún caso, reemplazan las palabras que no es necesario plasmar. Están reproducidas con tal nivel de detalle que casi se puede oler la pintura y sentir el tacto ligeramente rugoso del lienzo.
He visto un pájaro carpintero es una conjunción maravillosa que transforma algo tan terrible como una guerra en una delicada y casi poética obra de arte; una edición exquisita para un relato profundamente interesante no exento de reflexión que conmueve con sus sugerentes ilustraciones. Un libro que traspasa generaciones cautivando por igual a jóvenes y no tan jóvenes por su relato de transparente sinceridad, sin adornos elocuentes.
La obra recibió la Mención Especial en los Bologna Ragazzi Awards 2020. No es de extrañar. Absolutamente recomendable.