Estaciones

Estaciones

Blexbolex: Estaciones. Madrid: Kókinos, 2010, 184 pp.

Como viene siendo habitual con las obras de Blexbolex, también en este caso nos encontramos con una apuesta fuerte por el lenguaje visual y el diseño. La obra arranca con cuatro dobles páginas en las que se presentan primavera, verano, otoño e invierno. Sin duda, no se puede decir que el título no esté bien escogido. A partir de ahí comienza un recorrido por toda una serie de conceptos y elementos relacionados con los diversos momentos que se suceden año tras año. Algunos resultan fácilmente clasificables dentro de uno u otro cajón (resfriado, avalancha, helada parecen poco probables en verano); mientras que otros hablan más bien del paso del tiempo, de lo cíclico de la vida, con recuerdo, amor o sorpresa como posibles ejemplos. 

Entre las páginas, se plantean distintas formas de conversación entre las ilustraciones. Unas veces la lectura queda detenida con dobles páginas que presentan un único concepto, cuyo mayor esparcimiento por la hoja le confiere una suerte de grandiosidad, de importancia; en esos casos, la palabra queda a caballo entre verso y recto y la imagen presenta escenarios normalmente amplios y con muchos detalles. Otras veces aparecen dos ideas, una a la izquierda y otra a la derecha. En estos casos la relación entre ambas ideas es variada: abundancia y siega; camping y mosquito; basura y hallazgo. Estas parejas funcionan en muchos casos casi como binomios fantásticos (bendito Rodari), dando pie a multitud de conjeturas y reflexiones. ¿Por qué habrá querido Blexbolex enfrentar gráficamente rutina y tornado? ¿Y qué podríamos decir frente a la composición de amor y obstinación?

La técnica de las ilustraciones es marca de la casa y la falta de detalles (como en las expresiones faciales de las personas, por ejemplo) ofrecen un grado de ambigüedad e indefinición que favorece mucho el juego que se le propone al lector. Se requiere de su participación para construir historias y para establecer conversaciones entre las páginas. De hecho, prácticamente cada hoja podría ofrecer entretenimiento para largo rato si tenemos ganas de perdernos.

Gracias, Blexbolex, por una obra que presenta y oculta a partes iguales, ofreciendo una buena oportunidad para jugar con ella.