Mi nombre es Hope

Gilberto Mariscal (autor), Chuwy (Ilustradora): Mi nombre es Hope. Publicación independiente, 2020, 48 pp.

En este cuento Hope nos cuenta su historia. La historia de un niño que vive pacíficamente y feliz en su aldea, con su madre, hasta que la guerra y el deseo de su madre por salvarle le hacen huir en busca de un lugar mejor. Emprendiendo de esta manera un largo y duro viaje hacia lo desconocido, con la única compañía de sus letras mágicas y el recuerdo de su madre diciendo: “Si eres bueno… Si eres fuerte… Si eres valiente… el camino de las estrellas te llevará a tu destino”. Una emotiva historia en la que Hope narra en primera persona las circunstancias que le obligan a pasar apresuradamente de ser un niño a ser un hombre, sin perder la valentía y la ilusión ante la aterradora situación a la que ha de enfrentarse.

Se trata de una historia narrada en primera persona que logra transmitir un mensaje muy profundo con muy pocas palabras. Con una narración sencilla y directa, y con un argumento lineal que conectan con el lector al hacerle participe de las emociones del protagonista, la felicidad de su infancia, una madre que le quiere, el miedo ante el peligro…

Las ilustraciones, sencillas, simbólicas y llenas de color acompañan al texto reforzando el mensaje que este quiere transmitir, contribuyendo a que el lector se sumerja en el universo de la historia a medida que se suceden las coloridas y espectaculares imágenes, que indudablemente aportan ritmo y realismo al relato.

Se trata de un libro ilustrado que, de forma muy sensible y emotiva, envuelto en la magia de la fantasía, ofrece una visión de una de las realidades presentes en la actualidad. Como telón de fondo presenta el tema de la inmigración, un ejemplo de cómo muchos niños se enfrentan a duras realidades aferrándose a aquellas cosas que les entusiasman como única herramienta para lidiar con ello, en este caso con las posibilidades que presentan las palabras como recurso para gestionar sus emociones. Sin duda una historia que incita claramente a la reflexión, tanto para los mayores cómo para los pequeños, sobre cómo enfrentarse a las cosas que nos toca vivir y sobre cómo varían las situaciones a las que hemos de enfrentarnos según el contexto en el que vivimos. Un recurso perfecto para trabajar con los más pequeños la solidaridad y la empatía. Se trata de una historia perfecta para leer y comentar con los lectores a partir de los 5 años.