Jack, el destripador. El mito equivocado

Jack, el destripador. El mito equivocado

Juan Carlos Boíza: Jack, El destripador. Madrid. Ediciones Oberon, 2022, 368pp.


Probablemente con este título no te quede más remedio que lanzarte sin barreras a leerlo. Seguramente el encabezado de Jack El destripador ha sido el detonante para que muchos de nosotros, lectores ávidos de misterios y leyendas nos hayamos sumergido en diferentes novelas e incluso juegos que tuvieran esta presencia asesina como protagonista. En realidad, es justo lo que me ha sucedido cuando descubrí este título. Cayó en mis manos como una nueva joya por descubrir.

Aunque el asesino en serie más famoso de todos los tiempos era un reclamo suficiente lo cierto es que el texto que lo acompaña no hacía más que reforzar la idea o motivación por leerlo y, sin ninguna duda, no ha defraudado en absoluto.

Te pongo en antecedentes por si todavía no has conocido a Jack el Destripador aunque su leyenda le precede. 

Ronda la época victoriana en un Londres que reconocemos por su niebla persistente, unas condiciones de vida insalubres y marginales en un barrio como WhiteChapel que ya nunca se nos olvidará, la situación de una sociedad sumida por prejuicios, machismo, racismo y un entorno más que favorable para cualquier tipo de delitos de diferente naturaleza.

Con este caldo de cultivo el nacimiento de una leyenda es casi lógico y el hecho de que sea un asesino serial solo hace provocar que ese contexto se vuelva incluso encantador.

Se conoce a Jack el Destripador como el asesino en serie que atacaba a sus víctimas, mujeres prostitutas a plena luz del día, de una manera brutal y salvaje, cuya identidad a día de hoy es controvertida, lo que le ha valido ese reconocimiento casi macabro que lo ha sepultado a la fama.

Se conocen muchas obras que hablen de Jack desde diferentes ángulos, no solo literarias, también cinematográficas e incluso lúdicas, pero esta en concreto es el reflejo de un cambio de visión.

Juan Carlo Boíza se mete en la piel del destripador desde una nueva óptica, analizando a conciencia toda la información real de las investigaciones llevadas a cabo por la policía, del contexto documental en el que tienen lugar los acontecimientos y con una premisa inicial que la hace totalmente diferente a lo conocido. Decide emplear un proceso creativo de análisis de los hechos eliminado todo prejuicio establecido y llevándonos a un resultado no solo inquietante por lo que supone sino un aire fresco en esta leyenda que cambiará la visión de los lectores de ahora en adelante.

Para que te hagas una idea, nada mejor que la dedicatoria inicial:

Dedicado a todas las mujeres perdidas de la historia. Mujeres que, por el hecho de intentar vivir con dignidad en medio de un mundo indigno, han sido, y son, culpabilizadas de su propio sufrimiento.

Aquí, las protagonistas son ellas. De muy diferentes formas.

Desde el final hasta el principio de los asesinatos relata cada información precisa que existe en la hemeroteca del caso y va exponiendo los hechos desde una óptica nueva, sin sesgos iniciales, simplemente las evidencias que nos han llegado. Con esto empieza a dar forma a su proceso deductivo abriendo nuevas posibilidades que convierten al destripador en un producto de la sociedad de sus tiempos.

Analiza caso por caso, las pistas encontradas, las investigaciones policiales, el contexto donde todo sucedía y nos descubre a las víctimas femeninas de una sociedad que se lo ha arrebatado todo donde el alcohol, la reputación y la supervivencia rigen en un mundo que ya fijado sus destinos.

Quiero dejarte con las ganas de descubrirlo por ti misma, pero sin duda es un enfoque válido para cualquier momento, para cualquier lectura, para que las narrativas sigan emergiendo.

Descubre como nuestros propios sesgos nos impiden ver una realidad que tenemos delante de nuestras narices y cómo, de nuevo, el impacto social y el reconocimiento, casi admiración, por un misterio nos lleva a contemplar la vida con unas lentes especiales.

En especial, el proceso que ha seguido el autor para relatar esta nueva versión hace que la lectura sea incluso instructiva. 

Lo incluimos en «a partir de 15 años» porque fue más o menos entonces cuando yo misma empecé a leer este tipo de novelas aunque he de señalar que quizá no es apto para todos los públicos porque hay cierto contenido sensible a la hora de describir muy explícitamente los crímenes. Véase esta referencia como aviso de estómagos delicados.

Tampoco creo que pueda considerarse novela como tal porque juega con una parte ficticia a la par que documental, aunque el conjunto se pueda catalogar de tal forma.

Se trata de una obra que busca acercar a nuevos lectores esta figura de Jack El destripador, al mismo tiempo que se une al correr de los tiempos donde las libertades y los derechos femeninos están a la orden del día y con ellos también sus consecuencias.