Susanna Isern (texto), David Sierra Listón (ilustraciones): La armadura de Hugo. Barcelona: Beascoa, 2022, 48 páginas.

A pesar de que desde hace tiempo se está intentando poner el foco en la importancia de la salud mental y el bienestar emocional (sobre todo en estos tiempos tan duros de pandemia), todavía cuesta deshacerse de esa terrible y errónea idea de que ser sensible equivale a ser débil. Para la psicóloga Susanna Isern ser sensible es un don y así es como lo explica en La armadura de Hugo. 

Hugo es un niño altamente sensible, es decir, tiene la maravillosa cualidad de percibir los olores, los colores, los sonidos y todo aquello que le rodea con mayor intensidad, y esa mayor sensibilidad también le otorga una grandísima creatividad. Asimismo, lo convierte en una persona tremendamente empática con los demás, hasta el punto de compartir las alegrías y las preocupaciones de sus amigos como si fueran los suyos propios.

Sin embargo, esta cualidad de Hugo en ocasiones también le hace sufrir, porque a veces el dolor ajeno o la injusticia resultan difíciles de sobrellevar y le generan mucha frustración. Pero, sin duda, lo peor es sentirse incomprendido y que otros niños se mofen de él («¡Flojooo! ¡Lloricaaa!») cuando no puede evitar llorar.

Aunque su madre le explica que esa cualidad suya es en realidad algo extraordinario, Hugo no parece quedarse muy convencido, así que acaba dando con una solución más efectiva para que no le afecte tanto todo lo que sucede a su alrededor: ponerse una armadura, una de verdad, que le proteja como protegía a los caballeros medievales (qué suerte que en la tienda de Godofredo se puede encontrar de todo). 

Los niños pueden sufrir por partida doble si hacen suyas las preocupaciones de las personas cercanas y si además son objeto de burla por ello. Hugo, el protagonista, está cansado de esas burlas y decide ponerse una coraza. Y entonces, de repente, se siente invencible. Ya no siente las burlas, pero tampoco siente el olor de las flores o el aire acariciándole el rostro o los sentimientos de sus amigos. Entonces, aunque la armadura efectivamente es útil, ¿hasta qué punto merece la pena vivir con esa coraza? ¿Es realmente eso lo que Hugo quiere, ser inmune al dolor?

Con el colorido e inconfundible estilo de David Sierra Listón, Susanna Isern presenta como protagonista de La armadura de Hugo a una persona altamente sensible: a través del personaje de Hugo, podemos entender cómo perciben las personas con esta cualidad el mundo que les rodea y lo que algunas situaciones pueden implicar para ellas. Una lectura necesaria y conmovedora.