Rocio Bonilla (texto e ilustración): La pandilla de los 11. Valencia: Algar Editorial, 2022, 43 páginas.

A todos nos gusta sentirnos especiales, nos gusta que cuenten con nosotros, ser «parte del grupo», especialmente cuando se trata de la pandilla a la que todo el mundo admira. Benjamín tiene dos buenos amigos con los que juega al fútbol, pero cuando la pandilla más guay del barrio le pide que se una a ellos, se siente importante y emocionado de semejante honor y no lo duda ni por un momento (aunque eso suponga separarse de sus amigos de siempre). Y es que es fácil dejarse llevar, no es necesario ni pensar, solo seguir la corriente, hacer lo que la pandilla hace, imitarles.

Sin embargo, después de un tiempo con ellos, Benjamín se da cuenta de que lo que esta pandilla aparentemente tan deslumbrante considera cosas divertidas, en realidad, no tienen ninguna gracia y solo consiguen despertar temor en los demás. Entonces, Benjamín ya no se siente tan importante, ni tan emocionado; ya no le parece un honor pertenecer a esta pandilla que no es nada, nada deslumbrante y, a pesar de su timidez, decide enfrentarse a ellos.

En La pandilla de los 11, Rocio Bonilla nos presenta la historia del pequeño Benjamín, un personaje entrañable por su sencillez y su valentía, porque se necesita valor para alzar la voz, plantarle cara a una panda de abusones y denunciar una situación injusta (que además tiene unas consecuencias inesperadas). Benjamín antepone la verdadera amistad a todo aquello que solo es deslumbrante en apariencia.

Rocio Bonilla ilustra su propio texto con su inconfundible estilo de lápices de colores y acuarelas. Como resultado, unas ilustraciones de enorme dulzura y calidez que llenan cada página, sumergiendo (nunca mejor dicho) al lector en este peculiar mundo submarino como si realmente lo observara desde dentro. En sus preciosos dibujos, conviven de forma divertida personajes de todo tipo con una expresividad asombrosa (si tenemos en cuenta que son, en su mayoría, peces). Se puede encontrar en cada rincón, escondido, alguna escena paralela, algún guiño, algún objeto o personaje secundario, como si la narración no se limitara a lo que ocurre en el centro de la página; pequeños y discretos detalles hábilmente colocados que invitan a detenerse, a recrearse en cada imagen, en cada página. 

La pandilla de los 11 es además una historia sobre el valor de decir la verdad, aunque ello suponga enfrentarte a algo que nos atemoriza. Es también una historia sobre la verdadera amistad (muchos amigos no siempre es sinónimo de buenos amigos) y, sobre todo, es una historia que enfatiza de forma hermosa la empatía, la belleza de la diversidad y el valor que a veces se necesita para ser fiel a uno mismo. Una lectura sencilla con un mensaje muy potente, que llega con sutileza y contundencia al mismo tiempo, sin resultar aleccionador o moralizante. Absolutamente recomendable.