Cthulhu: death may die

Cthulhu: death may die

Luca Enoch y Stefano Vietti, Ricardo Crossa: Cthulhu: death may die. Barcelona: Yermo ediciones, 2020, 144 pp.

 

Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn… este cómic os llevará directos a las fronteras de la locura.

Antes de nada, me gustaría avisaros de que este cómic es para adolescentes de avanzada edad. Contiene violencia explícita y mucho uso de armas de fuego. 

Salvando esta cuestión, Yermo Ediciones nos trae una fantástica adaptación al cómic de uno de los juegos de mesa más friqui basado en la mitología lovecraftiana. En el juego, tomáis el control de un personaje que debe enfrentarse a hordas de monstruos espeluznantes, una especie de carrera de supervivencia y, al mismo tiempo, una masacre de criaturas aberrantes. Pues bien, la trama desarrollada Luca Enoch y Stefano Vietti para este cómic es eso mismo: una trepidante historia de acción, llena de tiros y monstruos.

A esta sencilla trama se le unen unas viñetas bien combinadas en las que prima la acción. Eso sí, os encontrareis pocas viñetas amplias. En estas los autores colocan los clímax de la acción, donde podréis comprobar las espeluznantes y violentas consecuencias de las acciones de los personajes.

Los colores nos han transmitido dos sensaciones, una, la urgencia, con escenas repletas de colores brillantes y luminosos, sobre todo a la hora de mostrar a los personajes; otro, el ambiente del horror cósmico, coloreado con azules, morados, naranjas y verdes. Todos muy sugerentes y terroríficos.

En cuanto al texto, es el justo y necesario. Pienso que es un cómic donde prima la acción de las viñetas, es decir, mostrar la acción y el ambiente de horror cósmico mediante el dibujo es lo que importa. Los bocadillos son escuetos y transmiten la información necesaria para seguir la aventura, por lo que no encontraréis grandes disertaciones de los personajes.

He dejado para lo último la calidad de este tebeo como producto editorial. Aquí le doy un sobresaliente. Cartoné duro y un gramaje de las páginas bastante grueso, perfecto. De la cubierta me encanta que sea una escena completa que recorre la portada y la contraportada. Además el detalle del título y el subtítulo con ese toque de brillo sobre la cubierta mate es muy chulo.

En definitiva, un cómic no apto para escrupulosos, muy visceral, trepidante, donde el plomo llueve y choca contra hordas salidas de los pozos más oscuros y de las mentes más retorcidas.