Veinte mil leguas de viaje submarino

Veinte mil leguas de viaje submarino

Jules Verne: Veinte mil leguas de viaje submarino. Madrid: Loqueleo, 2022, 219 pp.

Portada de la adaptación de Veinte mil leguas de viaje submarino. Tres aventureros con escafandras en un fondo marino lleno de peces y tentáculos de pulpos gigantes

En esta ocasión os traigo la reseña de un libro que me ha hecho rememorar mis días de joven lector. Veinte mil leguas de viaje submarino fue el primer libro de quinientas páginas con el que me atreví, así que no podía dejar escapar la oportunidad de comparar esta adaptación que mezcla narrativa y cómic en una simbiosis perfecta.

Lo primero que me llamó la atención fue su portada, toda una invitación a la lectura. Las ilustraciones de Pep Brocal son muy sugerentes y la gama de colores que ha utilizado te arrastran rápidamente al fondo marino. Me parece imposible que alguien lo vea en la estantería y no sienta deseos de sumergirse en sus páginas. Por otro lado, el formato del libro también me sorprendió para bien. Tiene las hojas un poco más anchas, pensadas, seguramente, para dar cabida a las fantásticas viñetas del interior.

La trama es de sobra conocida, pero voy a intentar resumirla. Un buen día, los periódicos se hacen eco de la aparición de un objeto submarino. Las autoridades piensan que es un animal marino, así que mandan a un experto biólogo, a su ayudante y a un arponero canadiense a capturar al monstruo. Sin embargo, este resulta ser un novedoso y fantástico invento: el submarino del capitán Nemo. El capitán toma como prisioneros a estos tres hombres, los cuales intentarán escapar del Nautilus mientras se aprovechan de todo lo que les ofrece el viaje submarino de veinte mil leguas.

La verdad es que se trata de una adaptación muy fiel al original y muy recomendable. Tras comparar las dos ediciones puedo decir que los capítulos van de la mano y no nos saltamos ningún evento memorable. La ventaja del trabajo de Ana Alonso está en que mantiene el tono aventurero original y nos libra de las farragosas descripciones de Verne. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para ganar esta agilidad hay que soltar un poco de lastre y por lo tanto nos encontraremos con una pérdida en la profundidad de los personajes, sobre todo en la del capitán Nemo.

En resumidas cuentas, la idea de mezclar el cómic con la novela me ha encantado. El libro es precioso y la adaptación consigue acercarnos a los clásicos de aventuras. Sin lugar a dudas este libro puede ser un trampolín que haga que los más jóvenes se interesen por las novelas originales de Verne.