Teoría del azar cósmico para principiantes

Jordi Sierra i Fabra (texto), Cristina Picazo (ilustraciones): Teoría del azar cósmico para principiantes. Alzira: Algar Editorial, 2022, 190 páginas

La cabeza de un adolescente está llena a rebosar de muchas cosas diferentes. Están distraídos, solo piensan en el sexo, en los likes que pueden conseguir y en formas fáciles y rápidas de conseguir dinero. Algunos de los tópicos más habituales. Pero, ¿no hay nada más?

Julio es un chico de 17 años, con las mismas inquietudes que cualquier adolescente, que descubre que es un «genio», un superdotado, gracias a un test de inteligencia. Su mayor sueño, aunque le cause continuas discusiones con sus padres, es convertirse en escritor. Pero claro, con ese cerebro prodigioso, ¿cómo va a dedicarse a escribir libros  cuando podría trabajar en algo «con más salidas»?

Para Julio trabajar ocho horas en una oficina es como firmar una sentencia de muerte, así que se propone demostrar su vocación escribiendo su primer libro, Teoría del azar cósmico para principiantes (el que el lector tiene entre sus manos), donde quiere plasmar sus ideas y teorías sobre lo determinante que puede llegar a resultar el azar en nuestra vida cotidiana.

Sierra i Fabra construye una historia en forma de diario personal donde describe los avatares de este joven (que no son más que los propios de cualquier chico o chica en esta determinante etapa de la vida) con un ritmo ágil, un tono muy, muy gamberro y desenfadado y una abrumadora sinceridad políticamente algo incorrrecta.

Pero en Teoría del azar cósmico para principiantes hay mucho más. Hay una historia de amor inesperada, una historia de amistad aún más inesperada, hay sueños y proyectos. Y también hay un repaso ácido a esta sociedad cada vez más asentada en el narcisismo compartido, amante de las apariencias engañosas y los prejuicios. Y precisamente por ello, el personaje protagonista, Julio, que no encaja en ese cuadro, que es el bicho raro que no tiene redes sociales, el loco que quiere dedicarse a su pasión y no a ganar dinero aunque tenga suficiente coco para hacerse millonario, es totalmente irresistible.

Dicen que los adolescentes no saben aún lo que quieren y Julio viene a demostrar que aunque se sea joven e inexperto se pueden tener las ideas muy claras.