Ana y el árbol instantáneo

Nono Granero (autor), Nanen (ilustradora): Ana y el árbol instantáneo. Salamanca: La Guarida, 2016. 95 pp.

Este es el título de la novela breve escrita por el narrador y cuentista Nono Granero.

El problema o la rareza no parece estar en que un árbol crece de forma sorprendentemente rápida, instantáneamente, como dice el título del libro, sino que el árbol crece al revés: con las raíces hacia el cielo y las ramas enterradas.

Y esto ocurre en el parque cerca de la casa de Ana. Naturalmente, el árbol instantáneo se convierte en una atracción y todos los vecinos pasean y se acercan a contemplar ese extraño árbol. Sin embargo, las consecuencias de esta situación pronto comienzan a verse y lo que parecía algo curioso se transforma en una pesadilla que va a cambiar la vida de todo el vecindario. ¿Qué pájaros querrían anidar en un árbol sin ramas?, ¿cómo conseguirán las raíces el agua que necesitan?, ¿dónde irán los animales que viven bajo tierra y se alimentan de las raíces del árbol?

Los vecinos ya no parecen tan contentos y se alzan voces que quieren eliminar el árbol. Ana y El sembrador intentarán protegerlo y buscarán la forma de que sobreviva.

 

Una historia fresca, controvertida y directa, que presenta distintos personajes que luchan por sus intereses. La narración de los acontecimientos atrapa al lector, que se siente un lector adulto, que no atiende a razonamientos simplones, sino que es capaz de comprender la dificultad de tomar una decisión cuando son distintas las posturas. A ello le acompaña un vocabulario preciso y sin infantilismos innecesarios.

Las ilustraciones de Nanen reflejan con fidelidad asombrosa las extrañas sensaciones que los personajes están viviendo. Cada uno de los 20 capítulos se inicia con un dibujo coloreado y dentro de cada capítulo ilustraciones en blanco y negro, casi bocetos, de los personajes y de sus emociones.

El libro se enmarca en la colección Dentro de la caja que la editorial La Guarida reserva para grandes historias y grandes lectores. Sin duda, esta es una de esas historias. El autor mezcla con tanta naturalidad lo cotidiano con lo inédito que el lector acepta con tranquilidad que un árbol pueda crecer de forma instantánea. Una historia que no requiere más ficción que imaginar que la naturaleza puede cambiar el orden de las cosas.

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