La declaración de los derechos de las mamás / de los papás
Elisabeth Brami (texto), Estelle Billon-Spagnol (ilustraciones) e Irene VÃlchez Sánchez (trad): La declaración de los derechos de las Mamás / La declaración de los derechos de los Papás. Madrid: Petaletras, 2024, 32 páginas
Cada año, pasado el ecuador del mes de noviembre, las redes se llenan de mensajes e información relacionada con la conmemoración del dÃa de los Derechos del Niño. Una fecha para reivindicar la importancia de proteger los derechos de la infancia y una ocasión para impulsar debates y acciones que permitan seguir construyendo un futuro mejor. ¿Sabéis por qué hay niños? Porque hay madres y padres. Y, en la familia, se toman demasiadas decisiones por el bien de las criauturas sin mirar el bienestar familiar.
Las mamás, al igual que los papás, tienen derecho a no ser perfectas, a arreglar bicis (¡y que les mole!), a tener un dÃa de bajón, a que las dejen tranquilas mientras leen en el baño, a cambiar de vida y a vivir sus historias de amor como ellas quieran.
Son libros que rompen con los tópicos más habituales. Para empezar con el color de la portada del libro de las Mamás: azul, un color muy alejado del rosa habitual. En el volumen de los Papás utiliza un rojo brillante. En ambas portadas ya se detecta la diversidad de la que presumirán en las páginas más adelante. Estas dos obras tratan de combatir los estereotipos y las discriminaciones desde la edad temprana. Son libros para leer en casa, en familia, a pequeñas y mayores, para visibilizar la diversidad. Además, está avalado por Amnesty International. Visibilizan las realidades que todos tenemos en casa pero de las que no nos gusta hablar a veces por vergüenza y otras por miedo a no dar la talla. Estos derechos no nacen de la mirada de los hijos como en la fuerza de papá o de mamá, sino de la cotidianidad.
Los papás, al igual que las mamás, tienen derecho a no ser perfectos, a levantarse por la noche para las urgencias («papá, ¡¡pis!!») y las pesadillas («eso negro¡¿es un monstruo?!»), a ser sobreprotectores, a cogerse un permiso de paternidad, a no ser deportistas ni manitas y a vivir sus historias de amor como ellos quieran.
Las ilustraciones de Estelle Billon-Spagnol son realistas, tanto los escenarios como sus personajes tienen un gran nivel de detalle, lo que los hace muy atractivos para los niños. Además, los personajes transmiten mucha emoción y sentimiento, gracias a la expresividad de los personajes y el uso de la luz y el color. Elisabeth Brami utiliza un lenguaje sencillo y directo, con frases cortas y un vocabulario adaptado a los niños pequeños. Lo que permite que los mayores lean esta obra a los pequeños y que jóvenes lectores puedan acercarse a ella. Su estilo es cercano y familiar, utilizando un tono cálido y acogedor que conecta con los niños. Vuelvo a agradecer a Petaletras su apuesta por obras inclusivas, libres y diferentes. Demostraron que sabÃan mirar a los mayores y a las historias que esconden las personas y hoy manifiestan su deseo de diversidad con estos dos tÃtulos.
Quince artÃculos que van desde «El derecho a no ser perfectas, a no saberlo todo, a equivocarse, a olvidarse de algo, a hacer tonterÃas e, incluso, a soltar alguna palabrota. Y a no tener superpoderes» de las mamás hasta «El derecho a vivir sus historias de amor con quieran y con quien quieran; y a tener hijos cuando y con quien quieran» de los papás. Principios que deberÃan formar parte de cada familia. Probablemente en vuestros hogares ya estén presentes la mayorÃa de estos derechos, pero es importante que todos sean conscientes de estas necesidades. Somos diferentes, normalizar y visibilizar nuestra diversidad nos enriquece. La obra original es de 2016, en Francia, nos sacan unos años, pero estamos haciendo nuestro camino.