Annie Barrows, Sophie Blackall. Eva y Beba. Editorial Bruño. 2015

 ¿Qué pasaría si tu creatividad y originalidad pudiera ser compartida? ¿Qué pasaría si necesitas sentirte comprendida? Esto es lo que le sucede a Eva, una traviesa niña que anda todo el día haciendo de las suyas. Le gusta gastar bromas, hacer travesuras, es ingeniosas y rápida, pero está sola. Su madre le sugiere que salga a jugar con la nueva vecina, Eva. Aunque en un principio no es muy partidaria de hacerlo, siempre va, en cierta manera, contra las normas. Las circunstancias provocarán un cambio de mentalidad y agradecerá la ayuda oportuna de Eva en un momento delicado, otro de los líos en los que se mete. A partir de entonces descubre que Eva no es lo que parece y resulta ser una compañera perfecta de juegos y travesuras, incluso, a veces, más original que ella misma.

Dos bonitas historias son las que trae Annie Barrows con sus dos nuevos personajes, Eva y Beba, que se complementan a la perfección y que ven nacer una bonita e infinita amistad, incluso con pacto de «sangre» de por medio.

Con un estilo muy fresco e imaginativo, muy cercano a la imaginación y realidad de los niños, encontramos dos aventuras, la primera en la que se conocen y comienzan su amistad, y la segunda donde continúan sus peripecias y travesuras infantiles.

Las ilustraciones en un tono más clásico son perfectas para el público infantil y se intercalan con el texto en blanco y negro para complementarlo y, a veces, mejorar la comprensión del texto.

La lectura es muy fluida y la acción es constante. No hay lugar para detenernos en nada, fluye sola y de una manera muy creativa y contagiosa. Es posible leerla de una sentada.

El sentido de humor que desprende encantará a los lectores por sus juegos, por compartir imaginario e ideas y por resultar francamente divertidas.

Con un tamaño mediano y tapa dura llama la atención la simplicidad de sus palabras, con cortos capítulos que te guían a través de la historia hasta terminar en cada libro la trama, de manera que es posible leerlos independientemente uno de otro. Si bien es verdad que el primero presenta a  los personajes, durante la segunda parte recuerda en varios momentos cómo ocurrió o te indica donde debes leerlo para conocer todos los datos.

Momentos claves en esta historia es cómo describe la habitación de Eva, un auténtico germen de creatividad y diversión. Trastadas como las de antaño,  cuando todavía se cogían gusanos directamente de la tierra, cuando encontrábamos fantasmas y aventuras hasta en el servicio del colegio o cuando un libro viejo se convierte en libro de conjuros.

Todo esto y más nos recuerdan que la niñez es única, que no hay que fiarse de las apariencias y de que, a veces, conoces personas maravillosas.