En mis tiempos...

En mis tiempos…

Desirée Acevedo (texto e ilustraciones): En mis tiempos. Málaga: Abresueños, 2019, 32 pp.

 

A simple vista la escena de un abuelo sentado junto a su nieto en el banco de un parque no llama la atención. Tampoco el hecho de que una pantalla centre toda la atención del niño, por eso tampoco es de extrañar que su abuelo se vea obligado a rememorar su propia infancia tan diferente a la de ahora donde tenían un solo muñeco al que cuidaban y querían mucho.

En mis tiempos no existían esos aparatos

sin embargo…

Teníamos pomperos con los que

dábamos forma al universo.

Los únicos sonidos que se escuchan son los del aparato con el que juega el niño y el del piar de las palomas que el abuelo alimenta con migas. Para que el niño reaccione su abuelo le habla de los numerosos juegos con los que los niños de su tiempo se divertían. Desde hacer pompas de jabón, hasta trazar dibujos con tizas o saltar a la comba. En estos juegos estaban implicados otros niños y, por lo tanto, además de fomentar la actividad física y los reflejos también se trabajaba la interacción con el resto, a respetar las normas, a retarse y a ponerse de acuerdo.

La asociación metafórica de cada juego tradicional con un elemento fantástico es impresionante. Si la rayuela permite llegar al cielo a través de unos pocos saltos, al lanzar el trompo todo el mundo se mueve también gracias al poder de nuestra mano. Y qué decir del placer que produce saltar los charcos porque nos recuerda que tenemos el océano a nuestros pies. A destacar el calor que desprenden los juguetes de madera por el amor y cuidado con el que se fabricaban.

Una historia que se inicia y termina en las guardas del libro; en un principio nos encontramos con una cometa que parece volar sola, abandonada, pero que al final descubrimos que los dos, niño y abuelo, la hacen volar porque la magia existe, sí, es cierto, pero solamente si creemos en ella.

Un homenaje a los juegos tradicionales, los de siempre, que muchos no han experimentado todavía pero a los que nunca es tarde para probar. Unos juegos que resultan muy sencillo jugar además de económicos y enriquecedores en muchos sentidos. Las pantallas, las redes sociales, las imágenes en movimiento, la música, etc. son recursos que atrapan a los niños y jóvenes de ahora que convendría hacerles probar otros tipos de juegos.

Dos personajes anónimos en un escenario habitual en blanco y negro salpicado por el color de los juguetes que hacen un repaso a los valores implícitos que atesoran los juegos, juguetes y relaciones tradicionales por su humanidad. Cada nuevo juego aparece destacado en color rojo o verde y en letra ligada que contrasta con el resto del texto escrito en letra de imprenta negra; la imagen del juguete también está dotada de color, a diferencia de los personajes. No es difícil imaginar que el sonido que generan estos juegos son la risa, sus propios cantos y el movimiento de los niños, nada que ver con la música electrónica de los dispositivos electrónicos. 

Una historia hermosa y muy necesaria que nos recuerda la necesidad de crear espacios para dialogar y compartir entre personas de una misma generación y entre otras mayores. Sin caer en sentimentalismos ni reproches la historia consigue atraparnos y experimentar la felicidad a través del juego compartido. Una relación muy enriquecedora que Desirée Acevedo nos ofrece con un despliegue de imágenes que parecen combinar la técnica de la acuarela y también se asemejan al collage por la superposición de unos elementos sobre otros.

El sello editorial Infantil Abresueños tiene publicados títulos muy interesantes, pese a ser bastante reciente. Sus autores e ilustradores se consideran creadores de sueños y  firmes defensores de «El poder de la palabra contada», y sus obras así lo demuestran porque todas están en la línea de su ideario:

CREEMOS EN EL POTENCIAL TRANSFORMADOR DE LOS RELATOS Y EN SU IMPORTANCIA DE CARA A LA CONSTRUCCIÓN DE NUESTRA IDENTIDAD COMO CIUDADANOS PLENOS Y LIBRES

El booktrailer del libro:

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