La línea imaginaria

Fernando P. Hernando: La línea imaginaria. Madrid: Narval. 36 pp.

¿Qué pasa si metes a un león y a un conejo en un globo aerostático y los haces viajar por el cielo? ¿Sabrán bajar? ¿Sabrán pasar juntos ese tiempo? ¿Cómo organizarán el espacio en la pequeña cesta del globo? La línea imaginaria que da título al libro les sirve a los personajes para marcarse límites: hasta aquí tú, hasta aquí yo. Pero… ¿sabrán respetarla, teniendo en cuenta que no han traído nada para comer?

En una narración cómica, con un giro final inesperadísimo, asistimos a la convivencia insólita del león y el conejo. Casi sin palabras, con las figuras dibujadas con contorno negro y sin más color que el de la línea imaginaria (roja) y un anaranjado que identifica al león, la historia es fácil de seguir y agrada al niño lector, según hemos podido comprobar. Aunque no deja de ser una bromilla, un «divertimento» pequeño, el argumento también da para pensar sobre las diferencias y la convivencia, y sobre todo despierta la creatividad con la solución ingeniosa (y nada ingenua) que se presenta al final.

Un libro que se devora (ejem) en pocos minutos. Tal vez, pensamos, la idea pudiera haber dado para un desarrollo más largo, pues el hilo (la línea) permite que se tire de él un poco más.