Los valientes caballeros

Los valientes caballeros

Fran Pintadera (Texto) Luciano Lozano (Ilustración). Los valientes caballeros. Sevilla: Tres Tigres Tristes ediciones, 2018, 32 pp.

Los valientes caballeros. Diez. Eran diez los valientes caballeros. ¡Y claro! Con esa fama de chalados que tienen desde que pasó por el mundo aquel señor de La Mancha, aquel de cuyo nombre nadie quiere acordarse, pues parecen, incluso, muchos. ¡Pero son pocos! Son pocos, porque hemos disfrutado de todos y cada uno de ellos y nos hubiera gustado disfrutar de alguno más. Estirar el divertido momento.

No creáis que soy desagradecido, que no valoro el cuento. ¡Al contrario! Es que uno se lo pasa tan bien con toda esta troupe y sus chaladuras. Se disfruta tanto el momento que uno quiere alargarlo en el tiempo.

  

Los caballeros interpretan una comedia mordaz. Comedia, como aquellas clásicas donde ideas, maneras y personas eran llevadas a escena, descontextualizadas, en hilarantes situaciones, dando pie a una crítica audaz y conformando, ante todo, una divertida obra. Celebramos este estilo. El construir la trama a partir de modos, creencias, paradigmas reales y actuales. Porque, cuando la fantasía, encorsetada por lo políticamente correcto, va perdiendo la capacidad de empoderar es la realidad envuelta en la exageración, ofrecida en absurdas y cómicas situaciones la que, derribando estereotipos, acerca el poder al lector.

Divierte ese toque de humor punk del que nos advierten los Tres Tigres Tristes. El toque gamberro e irreverente con el que arremeten contra el idealizado amor, no sé si llamar, romántico. Ese amor asimétrico, con el único papel para las princesas de esperar a los apuestos rescatadores.

Cercanos al movimiento que proclama el hazlo tú mismo y la autogestión, la dupla de comediógrafos toma partido. Aúpa a las princesas, que ya miran cara a cara a los  rescatadores. En una relación de tú a tú con los osados caballeros. De poder a poder con cualquier príncipe.

Bajo los cómicos duelos de los caballeros subyace la gran lucha. Se confrontan dos maneras de ver y vivir la vida (aquí los actuales paradigmas que esgrime la obra): La galante y cortes, que dice mimar a la mujer, pero a veces no permite más que tejer. Y la del renovado vigor femenino, emancipadas y poderosas mujeres, modernas amazonas galopando libremente por el mundo.

Fran Pintadera, encandila con verso ágil, ¡y la mar de divertido! Texto rimado que acelera el ritmo de la obra. Estimula nuestro apetito, hasta devorar la trama a bocados. El absurdo lance de cada duelo va acrecentando las carcajadas, hasta el sorprendente clímax final. Y las risas, en su fácil rodar, van derribando estereotipos, como si de bolos se tratara.

Luciano Lozano, acompaña y enriquece el texto. En sintonía con el sinsentido, va introduciendo absurdos elementos de la cultura popular: espadas láser, caballitos de madera. Añade información al texto, cataliza la comicidad, con un tipo de ilustración ligero y desenfadado. El color, en trazo acuarela, desborda los límites de cada imagen y aumenta la sensación de ritmo y movimiento. Un color que se calma, se relaja y expande tras las locas acciones, como en el deseado final feliz de todo cuento de hadas.

Los Valientes Caballeros. 32 páginas de lúcida comedia que garantizan risas, sorpresa y buenos momentos.