Edison. Dos ratones en busca de un tesoro.

Edison. Dos ratones en busca de un tesoro.

Torben Kuhlmann. Edison. Dos ratones en busca de un tesoro. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 112 pp.

Torben Kuhlmann. 1, 3, 15, 70…, 100. Más de 100 veces podríamos disfrutar de sus obras sin atisbar el hastío. Zambullirnos 100 veces en la misma trama. Bucear en sus páginas, descubrir ocultos recovecos, saborear hasta el más mínimo detalle. O sobrevolar en estas aventuras, y esperemos otras muchas, el universo de este autor. Otear el progreso, empaparnos de optimismo, hacer realidad los sueños.

Torben son detalles. Mimo y cariño en los detalles. Guión e ilustración elaborados con delicadeza y cuidado. Cientos de pequeños elementos que van configurando un mundo propio. Un mundo, con modos y maneras reconocibles. Los elementos van seduciendo al lector, que se sumerge en la trama y, en los vaivenes de la historia, se abandona.

Kuhlmann nos muestra la historia, con ese mirar de los niños. Con el mirar de quien sabe ver. Del que entremezcla los hechos y la fantasía, porque ambos conviven en un mismo plano de la realidad. Un mirar que desvela mundos ocultos, otras posibilidades. Mundos paralelos donde los ratones, donde algunos ratones, vanguardia de la ciencia, construyen ingenios para afrontar los más grandes retos imaginables Surcar los cielos; alcanzar la Luna; conquistar los bellos fondos marinos.

Edison es la historia de una búsqueda y la sorpresa de un hallazgo. Una trama que involucra a dos ratones. Una trama que se inicia con el tímido Pablo acudiendo a la Universidad de los Ratones a suplicar la ayuda del profesor. ¡Uno de sus antepasados desapareció cuando se dirigía a América y con él, desapareció también, el tesoro! Aquí comienza un fascinante viaje que nos conducirá, junto a los pequeños protagonistas, por los sugerentes y bellos escenarios submarinos. El viaje de dos ratones, embarcados en la amistad, que avanza al paso que marca la superación de los retos.

La obra mantiene el esquema de títulos anteriores. Así, contiene en sí misma un libro de aventuras, un cuaderno de bocetos, un manual de tecnología o un compendio de logros científicos. Unas páginas que nos hablan de la importancia de perseguir los sueños y del valor del conocimiento en semejante empeño. Un retrato de la ciencia al servicio de las personas y los sueños, en una época de fe ciega en el progreso. Una época de optimismo.

La narración va y viene en la línea del tiempo. Rememora y vuelve al presente. El texto es contenido en páginas de color sepia que imprimen la sensación del paso de las estaciones. Y el color de las ilustraciones varía entre el blanco y negro, de los retratos pasados, y el actual colorido del presente.

La calidad de la ilustración, seduce por completo al lector y soporta el peso narrativo. Muestra y sugiere todo un mundo tras cada imagen. Imágenes que varían constantemente su forma de presentación. Distintos modos con los que el relato visual va ganando dinamismo. A sangre o enmarcadas. Aisladas, combinadas. Con el texto y solitarias. Láminas a una o doble página. Ilustraciones, todas, que atrapan en la lectura.

Si el día, si la vida te ha llevado hasta Edison: aprovecha y embárcate, junto a estos dos ratoncitos, en busca del tesoro perdido. Abandónate en su aventura, que las páginas de Kuhlmann agasajen tus sentidos. Relájate y déjate acoger por la belleza de este libro. Una o cien veces.