La piscina

La piscina

Ji Hyeon Lee (autora e ilustradora): La piscina. Granada: Barbara Fiore Editora, 2014.

Se acerca el verano, ¿quién no sueña con zambullirse en una piscina? Pero, ¡cuidado! Esta no parece ser una piscina convencional.

Abrimos el libro, empezamos la historia. A priori, una piscina como otra cualquiera. Un niño, en soledad, observa la magnitud de la piscina, completamente vacía. La calma invade el espacio. Una sombra se dibuja debajo del agua dejando entrever lo va a suceder más tarde (pero no adelantemos acontecimientos).

De repente, una marabunta de gente, cargada con flotadores y artilugios varios, se apresura a saltar en el agua. En un momento, los ojos calmos de nuestro protagonista observan una escena caótica que llena la piscina de gente que, por cierto, no parece que se lo estén pasando muy bien. Tras analizar la situación, el niño decide zambullirse en el agua. ¡Aquí empieza la aventura!

En el fondo de la piscina se encuentra con un semejante, una niña con sus mismas inquietudes y ganas de explorar. Otro mundo existe debajo de lo convencional. La imaginación de los niños les lleva a un fantástico mundo subacuático, lleno de animales sorprendentes que parecen también mostrar su asombro y se disponen a guiarles en su viaje, donde habrá momentos sorprendentes, pero también de miedo a lo desconocido. Parece que, cuanto más se sumergen, más crece ese mundo submarino, mostrando animales más extraños y más grandes, hasta que se encuentran con el más grande de todos, blanco y peludo. Pero no por eso le temen, la mirada del animal es muy tierna y calmada. Incluso parece que agradezca la visita.

La realidad se acerca, la experiencia termina y se disponen a subir a la superficie, donde la marabunta sigue peleando por un espacio. Algunos lloran; otros, parecen tristes, resignados a cargar con sus cachivaches para volver a casa; mientras que nuestros protagonistas han vivido una experiencia completamente distinta.

BFE nos ofrece un libro el cual Ji Hyeon Lee ilustra de forma sorprendente y muy expresiva. Ilustraciones, hechas a lápiz y lápices de colores, que nos muestran con una gran belleza todo un mundo imaginario. Realidad y ficción son claramente diferenciadas a través del uso del color. Tonos grises para la realidad, algo estresante, que contrastan con los blancos utilizados para mostrar la calma interior del niño; y un mundo de color para los sueños, donde reina la felicidad.

Así es como un día que podría ser de lo más habitual, se convierte en un maravilloso viaje a todo un mundo subacuático cargado de colores, imaginación y vivencias.

Un libro que no tiene por qué ser precisamente para niños, nos muestra la ansiedad de vivir según las normas, los temores a lo desconocido y el entusiasmo por descubrir mundos nuevos. Una gran lección que nos enseña la importancia de no dejar de soñar, de conservar el niño que llevamos dentro. Se nos plantea, de este modo, la realidad del mundo donde vivimos, un mundo masificado, donde todos quieren ser iguales. Igualdad sí, pero siempre desde el respeto a la diversidad. Cada uno de nosotros es especial y único, y cuando somos conscientes de ello empezamos a ser esencia, a seguir nuestros instintos, inquietudes, a romper con lo convencional y dejar volar nuestra imaginación para ver las maravillas que nos ofrece la vida y podamos ser felices de verdad. Y lo mejor de todo es que en este camino no estamos solos, siempre habrá alguien que esté dispuesto a seguirlo.