La increíble historia de los… Amigos de Medianoche

David Walliams: La increíble historia de los… Amigos de Medianoche. Madrid: Montena, 2017. 416 pp.

Que David Walliams es el heredero de Roald Dahl en la literatura infantil británica es algo que dicen algunos de sus lectores, algo que apoya su enloquecedor número de ejemplares vendidos, algo que tiene que ver con sus ilustradores compartidos (como Tony Ross), y algo que, sin duda alguna, guarda relación con el estilo de sus libros.

Walliams es un autor divertido, original y tierno. Sabe encontrar esos argumentos que interesan a los niños, y conoce muy a fondo esa dimensión de la infancia que gusta de materias horripilantes, terroríficas, asquerosas, pero lúdicas, descacharrantes, juergueras. Sus personajes, como los de Dahl, son crueles en ocasiones, y su humor, como el de Dahl, se codea con la burla perversa del mundo adulto.

El planteamientos de los Amigos de Medianoche es original: unos niños ingresados en la planta de pediatría de un macabro hospital crean un club que se reúne a medianoche. ¿El objetivo de este club? Nada menos que hacer realidad los sueños de los niños. Escondiéndose de camilleros deformes y enfermeras crueles, los niños consiguen vivir todo lo que les niega su reclusión hospitalaria. Su imaginación y astucia les permiten viajar al Polo Norte (o algo parecido), volar (o similar), o dirigir una orquesta (más o menos). La vida en ese hospital es tan estimulante que Tom, el protagonista, un niño que ha entrado en el hospital solo por un chichón en la cabeza, acaba por fingir todo tipo de dolencias para poder quedarse más tiempo con sus nuevos amigos.

El libro no desdeña, además, una lectura enternecedora. Atreverse con el tema de los hospitales y la infancia requiere hacerlo con sensibilidad y conocimiento. No se le escapa al lector, por muy pequeño que sea, que algunos de los niños que forman parte del club de los Amigos de Medianoche están, en el fondo, sufriendo duras enfermedades. Walliams se apoya en esto para crear escenas que, bajo la superficie cómica, arrastran un fondo emotivo que surca el corazón.

Combinando el humor situacional con el humor caricaturesco y con el humor verbal, Amigos de Medianoche arma un libro muy recomendable. La maquetación y la tipografía juegan con la mirada, en este modo de diseño al que la LIJ actual rinde tanta pleitesía. Únicamente, por poner un pero a la edición, nos parece que la presentación inicial de los personajes, como dramatis personae en páginas aparte al comienzo, desconfía de las capacidades imaginativas de los lectores; Walliams los sabe presentar, de forma inteligente y literaria, en los primeros capítulos, por lo que esas páginas precedentes resultan innecesarias.

Estuvimos hablando de este libro en el programa Cero en Conducta de Radio M21, en un monográfico sobre Aulas Hospitalarias. Si quieres saber más, puedes escuchar el podcast aquí (desde el min. 42:37 al 49:10).