Nuevo en la ciudad

Marta Altés: Nuevo en la ciudad. Barcelona: Blackie Little, 2021. 32 pp.

Marta Altés, la famosa ilustradora que venimos conociendo a través de Blackie Books, tiene un perro monísimo. ¡Y grandote! Se llama Floc, sale en una foto al comienzo y ha inspirado este libro. Vemos su trasunto dibujado ocupando, de medio perfil, la cubierta, y lo vemos llegar, desde antes de la página del título, a una ciudad que es… como todas las ciudades: una inmensidad de rascacielos.

Este perrazo, alto como un caballo y lanudo como una oveja, es nuevo en la ciudad. Ha llegado no sabemos por qué, pero tiene que quedarse, encontrar su sitio, se nos dice. Las ilustraciones de Altés son como las que hemos visto en otros libros suyos: un festival de color muy luminoso, con caras redondas y amables, y con peso narrativo en algunas ocasiones en las que el texto no nos dice suficiente. Así, por ejemplo, al final: la gente de la ciudad también ha aprendido algo del perro, y tenemos que verlo en la ilustración para entenderlo (por cierto, que nos ha hecho recordar el final de El Señor Tigre se vuelve salvaje de Peter Brown).

El texto es tal vez lo peor del libro. Aunque el mensaje general es bonito («nuestro hogar no es un sitio, sino las personas que nos quieren»), el texto no progresa en una dirección clara, ni sentimos la tensión que deberíamos por la soledad del perro en la ciudad. Se abusa de estructuras de afirmación seguidas de «pero…», que nos dejan en el mismo sitio: la gente parecía amable pero no le ayuda, pero la gente es lo que más le gustaba, pero eran raros, pero le gustaban; seguro que alguno le ayudaría, pero estaban muy ocupados… En fin, un lío que no arranca. Habría que ver cómo mejorarlo.

Como argumento, es adecuado para pequeños de 3 años en adelante. El conflicto que plantea es la aceptación de lo nuevo en un lugar, el sentirse acogido, el encontrar conexión con personas nuevas, y de ahí puede llevar a muchas lecturas y coloquios interesantes.

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