Un juguetito más

Un juguetito más

Rodrigo Mattioli (textos/ilustraciones): Un juguetito más. Alagón (Zaragoza): Apila Ediciones, 2021, 36 pp.

En Un juguetito más, conocemos a la pequeña Alina, una niña que, aunque está contenta con los juguetes que tiene, no le importaría tener alguno más («sería estupendo», como ella misma dice) y así empieza a llenar su habitación de juguetes de todo tipo: reciclados que «necesitan un nuevo hogar»; «heredados» de sus padres o abuelos; regalados por algún familiar, como premio en una tómbola… (los papás que fueron niños en los ochenta reconocerán en las ilustraciones algunos de sus juguetes favoritos). Sin embargo, ese algún-juguete-más acaba por convertirse en una amenazadora montaña de trastos.

La acumulación se produce paralelamente en el texto (a través de una estructura repetitiva que cada vez añade más elementos a la lista) y en las ilustraciones, donde el espacio blanco y diáfano de las primeras páginas cada vez está más lleno de objetos de múltiples colores.

La historia de Alina plantea una cuestión interesante: ¿cuándo mucho es demasiado?, o más en concreto, ¿cuándo muchos juguetes son demasiados? Es muy llamativa la evolución que experimenta el personaje: al principio, toda nueva adquisición es más que bienvenida y no impide que sigan llegando nuevas cosas; sin embargo, es la propia Alina la que, tras una inevitable avalancha de juguetes, cae en la cuenta de que la gran mayoría de esos objetos son prescindibles, digamos que de alguna manera esa «explosión» de juguetes es un punto de inflexión, una especie de revelación para la protagonista, que se da cuenta de que de que existen otras cosas (no tangibles) que no se pueden acumular en una habitación y que son igual o incluso más valiosas.

Vivimos en un momento en el que el consumismo es fácil e inmediato. En ocasiones consumimos como un modo de ocio más, no porque exista una necesidad real. Hay que admitir que es bastante fácil ponerse en el lugar de la protagonista: todos podemos entender eso de «me gusta mucho mis (…), pero uno más sería estupendo». Un juguetito más puede resultar una lectura de lo más adecuada a la hora de entender el concepto de «tener suficiente», una idea a veces tan difícil de explicar como de asimilar (no solo por niños, sino también por muchos adultos).