L.

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Mónica Rodríguez: L. Madrid: Bambú, 2021, 109 pp.

Si alguna vez buscáis un libro para regalar a esos chicos que tienen que cambiar de residencia por cualquier motivo, con L. daréis en el centro de la diana.

L. es un libro que nos transmite las sensaciones de un chaval que tiene que comenzar una vida nueva. Su padre, peluquero, no puede continuar ejerciendo su oficio en la ciudad donde viven, así que se lanza a buscar una nueva oportunidad en L. Sí, L. es un pueblo castellano. Y en este lugar, Pol tendrá que enfrentarse a a la dura tarea de cambiar de vida, de hacer nuevos amigos, de conocer el amor, e incluso de enfrentarse a los misterios que habitan en las profundidades de esta localidad.

En esta novela corta, Mónica Rodríguez hace un trabajo fantástico al mezclar el humor absurdo con los elementos fantasmagóricos de las novelas de misterio. Una tarea difícil, pero que logra de una manera muy natural y sin fisuras. Para ello utiliza un lenguaje cercano pero a la vez muy literario, por lo que consigue momentos de verdadero placer y que no pares de leer hasta haber llegado a desentrañar el final.

El último sol resbalaba por el pueblo allá en lo alto. Caía por las rocas y antes de perderse y llenarlo todo de penumbra, se metió en los ojos de Mencía. Eran oro y después sombra.

Los personajes están bien construidos, son muy carismáticos y cumplen con su función a la perfección. Pol es el protagonista que nos hace ver las dificultades por las que puede pasar cualquier chico de su edad en su misma situación; no es fácil volver a empezar siendo adulto, así que, hacerlo siendo un niño menos aún. Como lectores nos pondremos sus zapatos gracias a que la historia está narrada en primera persona de una forma muy sensorial.

Por otro lado, Cornelio, su padre, yo diría que es la clave humorística de la novela. Se trata de un peluquero que termina haciéndole la permanente a las ovejas del pueblo. ¡Pero ojo! No es el típico humor facilón, sino un humor entrañable, que hace relajar la tensión en los clímax de misterio. Es uno de los mejores personajes que he conocido durante mis últimas lecturas. A esta pequeña muestra se les van a unir otros tantos personajes que son igual de característicos.

En cuanto a la trama, nos vamos a encontrar que el tema señalado, el comienzo en un nuevo lugar, se va a entremezclar con los avatares de Cornelio por salir al paso esquilando ovejas y un misterioso asunto de fantasmas mozárabes y su tesoro, por lo que el entretenimiento está servido.

Hay tres cosas que tienes que conocer de L. —me informó el niño orejudo deteniéndose de pronto. —Las huertas del Tabanazo, el puente de los Bandoleros, las cuevas del Infierno y la fuente del cura.

—Esos son cuatro —dije. Y enseguida me arrepentí de haber hablado.

Pienso que elegir esta pequeña novela es todo un acierto, además, su pequeño volumen no asustará a los menos lectores y su historia puede convertirse en un acicate para que comiencen a devorar libros.