Likeo, luego existo

Isabel Meira (autora) y Bernardo P. Carvalho (ilustrador): Likeo, luego existo. Redes sociales, periodismo y un extraño virus llamado fake news. Barcelona: Takatuka, 2021, 155 pp.

Un título muy apropiado para los tiempos que vivimos, en los que parece que si no estás en las redes, no existes.

Leo el libro con enorme curiosidad y ganas de aprender, pero también, debo reconocerlo, para encontrar argumentos que corroboren lo que pienso, estoy preocupada por el excesivo e inadecuado uso de las redes sociales por parte de los adolescentes.

Me enfrento a la lectura esperando encontrar estos argumentos del mismo modo que hacen las redes sociales y las búsquedas en internet, te ofrecen la información que quieres ver, la que se ajusta a tu perfil.

Error. La lectura del libro no me aporta información nueva. Excepto algunos datos puntuales, casi todos son argumentos conocidos. Pero el problema es mío, un desajuste en las expectativas. Los autores ya lo señalan, el libro no pretende dar respuestas; al contrario, busca estimular la reflexión e invita al lector a hacerse preguntas. Y esto sí lo consigue. De hecho, reconocer algunas de estas situaciones puede provocar algo más que sonrojo:

¿Alguna vez has querido agarrar y exprimir el móvil con rabia?, ¿has mirado el móvil mientras lees o haces otra actividad por si tienes algún mensaje o notificación?, ¿tiempo perdido en internet haciendo…nada?, ¿sabes cuántas de las aplicaciones que usas tienen acceso a la cámara, micrófono y ubicación de tu móvil?, ¿has desatendido alguna vez a tus amigos o familia por estar mirando el teléfono?

Estéticamente, el libro es muy apetecible y el formato muy atractivo. Tres colores se utilizan tanto para el texto como para las ilustraciones: azul, rojo y negro. El texto principal se escribe con tinta negra y se entreveran algunas ideas en azul. El rojo se reserva para hashtags y otros símbolos.

Y complementando el texto destacan las ilustraciones, maravillosas, de Bernardo P. Carvalho, que representan de forma magnífica lo que el texto dice y no dice. El ilustrador nos regala numerosos dibujos, casi uno por página, todos ellos refrescantes e intencionados.

Redes sociales, periodismo y un extraño virus llamado fake news es el subtítulo del libro, y es precisamente en lo que se centra el texto.

Redes sociales. El alcance de las redes sociales, tiempos de uso y conexión a internet, acoso a través de las redes, prejuicios y rumores. Uso de datos personales para ofrecernos productos y servicios más ajustados a nuestro perfil, la presión de estar conectados, número de seguidores, likes… fotógrafos de la felicidad.

Periodismo. El libro es un claro defensor del periodista y del periodismo. Dibuja una breve historia, desde su nacimiento y evolución con la invención de la imprenta, hasta nuestros días donde publicar ya no es un término vinculado únicamente con esta profesión. Reivindica la labor y el hacer periodístico en su afán por ofrecer información imparcial y rigurosa, quizá con la vehemencia de quienes conocen la importancia y las dificultades de este trabajo.

Fake news. La falta de información o desinformación, una de las mayores paradojas del mundo en el que vivimos. Tenemos acceso rápido y sencillo a multitud de datos y sin embargo nos dejamos convencer por información fácil y sin contrastar. Desde estas páginas nos animan a superar esta postura pasiva ante la información y nos invitan a pensar quién puede estar beneficiándose de ello.

Aunque el libro está supuestamente dirigido a adolescentes, no tengo claro si será de su interés. Sin ningún afán empírico, más bien curiosidad, he preguntado a una adolescente cercana:

–          ¡Todo esto ya nos lo han contado muchas veces!

–          ¿Y?

–          Pues que ya lo sabemos

–          ¿No te ha hecho pensar?, ¿no has aprendido nada?

–          Bueno, algunas cosas sí… ¡pero no voy a dejar de usar las redes sociales!

Las preguntas están hechas, quiero pensar que las respuestas llegarán. El libro puede ser una buena herramienta para adolescentes y para que muchos adultos nos preguntemos si hacemos con las redes sociales lo que pensaríamos que haríamos. Un libro con recursos, fuentes y enlaces para contrastar la información; una buena forma de empezar.