Ben Clanton. Supernarval y Medu Shock. Barcelona: Editorial Juventud, 2018, 64 pp.

¡Hala, Narval y Medu! Qué buen sabor de boca nos dejó la puesta de largo de esta entrañable pareja. Aquel fue el primer número de la serie, reconocido como el mejor cómic para primeros lectores en 2017 (Premio Eisner). Ahora, Ben Clanton, mantiene la formula, repite los mecanismos que le proporcionaron el éxito e iguala la intensidad del alocado dúo. Las chaladuras de ambos potencian aquel delicioso sabor. Expanden, por el paladar, el plácido regusto que ya habíamos obtenido con la primera entrega.

Este segundo título repite modelo y formato. Mantiene, estructurada en distintas viñetas, una ilustración ágil y ligera, acompañada, siempre, por dinámicos diálogos. El autor sigue jugando con los contrastes y complementos. Encontramos, como en la primera entrega, entretenimiento y conocimiento; historias e información; Narval y Medu, pesado y liviana; alocado y reflexiva. Una tendencia a equilibrar opuestos que en esta ocasión se ve reforzada y ampliada por los contrapuntos del universo  súper: como el supernormbe y la identidad secreta o el superhéroe y el supercompinche.

Las alocadas ideas de Narval y Medu prometen diversión en esta superobra. Todo es súper. Las historietas, las súper habilidades reales de algunos habitantes del mar, incluso los alter ego de nuestros protagonistas: Supergofre y Wonderfresa. Pero por debajo de todas estas historias de superhéroes encontramos, como una mar de fondo, una corriente que no deja de poner en valor la amistad, el cuidar al otro, la importancia de los pensamientos positivos y creer en uno mismo y en los que nos rodean. Porque, pensándolo bien, ¿existe mayor superpoder que el de hacer llegar el cariño y la risa allá donde se instaló la pena y la tristeza?

En definitiva, Ben Clanton ofrece diversión y entretenimiento. Un bocado irresistible que impulsará la autonomía de los jóvenes lectores, pues, inevitablemente, desearán degustarlo. ¡Porque a todos nos gusta un dulce!