Investiguasones

Investiguasones

Iñaki R.Díaz (texto) y Santi Salas (ilustraciones). Investiguasones. Jack el despeluchador y El silencio de los cencerros. Madrid: Editorial Hidra, 2019,128 pp.

Os damos la bienvenida a una nueva saga de la Editorial Hidra, Investiguasones, que promete muchas risas y aventuras.

Tuvimos la suerte de estar en la presentación junto a su autor, Iñaki R.Díaz, al que ya conocemos por Barbarrubia y el tesoro del capitán calavera, Adivinanzas para todos los gustos, Monstruario… en la Casa del Libro en Madrid  y estas son las escenas que nos dejaron. Un lleno total, mucha compañía, mucho interés y un lugar de encuentro fantástico rodeados de mucha literatura.

De momento, son dos los títulos, pero sabemos que habrá más. Y,  es que tan solo echar un vistazo a los libros, nos llena de motivación lectora.

En cartoné duro, y con ilustraciones de lujo de Santi Salas,  la Editorial Hidra pone su sello en lo visual de la edición.

Textos con colores vivos que llaman la atención del lector y  que siguen algún tipo de código  que el lector tendrá que resolver. Todo cuidado hasta el más mínimo detalle: las texturas e incluso la paginación. Y, entre todo, ese gusto por lo cinematográfico que acerca la lectura a un lector más actual, inmerso en la TV, en las series, en las películas y la conecta con el séptimo arte.

Pero, para hablar de esta saga, es importante hablar de su autor. Conocemos su trayectoria en la literatura infantil y juvenil y nunca defrauda en base a la magnifica construcción de personajes, a los valores que transmite en sus textos y, sobre todo, al despliegue de humor que recorren sus líneas. Un humor perfectamente orientado hacia sus lectores algo que no es fácil de encontrar. El autor, que además de escritor es profesor de primaria y secundaria, sabe muy bien sintonizar con ese público infantil.

En esta saga podemos encontrar algunas características particulares que definen su personalidad:

Por un lado, los títulos. Todos ellos nos recuerdan a…. CULTURA. Tanto Jack el despeluchador como El silencio de los cencerros nos acerca a otras obras literarias y cinematográficas que han dejado huella en la historia cultural. Si bien, el contenido de los textos no se relaciona con el contenido de las películas, sí nos sirven para entablar un diálogo intergeneracional entre los adultos y los lectores, niños ¿Por qué ese título? ¿Se parece a lo que conocemos los adultos? ¿Sabías que yo vi esa película?

Además, tiene el don de la cercanía, ya que, o bien sus personajes o los contextos, son cercanos a los niños, lo que les sumerge en un mundo familiar pero donde todo es posible. Lo vemos en algunos detalles del texto, de las imágenes, en la Dra. Watson como personaje de apego y con experiencia, en el valor que otorga a la lengua madre incluso en el propio nombre del personaje principal. Además, introduce vocabulario que sin dificultar la lectura, por el contrario, promueve el interés por la misma .

Aquí, todo está perfectamente hilado para que el lector investigue, adivine e invite a otros a esa lectura.

De hecho, es algo que destaca también de la editorial, que nos tiene acostumbrados a esa fusión de artes: películas, literatura, videojuegos,…

Veamos cada uno de ellos:

Jack el despeluchador

En este primer libro, el primer capítulo levanta la liebre. Totalmente para engancharnos en la trama y entre risas (al menos en lo que me toca como adulta, madre y maestra de infantil al ver las tijeras) nos desvela el hecho al que nos enfrentamos.

Aprovecha las descripciones hilando fino y haciéndolo muy visual para que la imaginación del lector se llene de escenas que le permitan situarse en primera persona e identificarse con el personaje protagonista.

Encontramos constantes alusiones cinematográficas  y juegos de palabras propias de una escritura creativa y divertida que da alas al lector.

Es aquí, donde nos presenta a su principales personajes: Jolms y la doctora Guatson. La relación entre Jolms y su tía  que se presenta como figura de apego en la obra, es digna de cualquiera que tenga una tía mayor. Junto con ellos, ese tipo de personajes secundarios que enriquecen la actuación de los primeros y a los que les da papeles importantes, como en este caso, el inspector de policía y su familia.

Será su primer caso a resolver, porque si todavía no te has dado cuenta, esto va de misterios. 

Es un primer libro de saga perfecto. Permite entrever que siempre hay alguien dispuesto a ayudar, que los misterios no se resuelven solos, encadenar una serie de hechos y consecuencias que facilitarán al lector la resolución del caso, casi incluso antes que el propio Jolms.

El silencio de los cencerros

En este segundo libro, el misterio se traslada a las vacaciones. Fuera del tema profesional pero haciendo hincapié que el que nace con vocación difícil es quitársela. Jolms ayudará a los habitantes del pueblo a resolver el enigma de los cencerros. 

De nuevo, unos personajes muy suyos, muy cercanos, que aprovechan cualquier situación para dialogar, para compartir anécdotas, para contagiar con su forma de ser. Se trata de un pueblo y allí las cosas son diferentes, y vamos a verlo.

En este caso esos personajes, además, llenan de texturas, colores y enriquecen el contexto. Porque, al fin y al cabo, que somos sin eso. 

Como en ocasiones anteriores, el humor está presente en la obra, un humor muy «infantil» y cercano al lector. Un humor que, a veces, no se queda en lo simple, sino que va más allá. Busca fomentar la ironía en una edad lectora (a partir de 8 aprox.) donde las cosas empiezan a madurar.

Destacamos de nuevo, los valores que se trabajan de manera espléndida, para dejar poso, para invitar al lector a la reflexión. Al leer el texto, como lectora adulta, me he visto envuelta en la encrucijada de cómo resolver determinados diálogos y ese es justamente su punto fuerte, el permitir hacerte preguntas.

Dejemos que sean los propios niñ@s quienes nos muestren esta lectura y sumerjámonos en una historia que atrapa desde el minuto uno.